El primer ministro japonés, Taro Aso, anunció hoy que
inyectará fondos por valor de 5 billones de yenes (US$ 51.000 millones) para
revitalizar la economía en forma de fondos para las familias, empresas y
gobiernos locales.
Este dinero es la última aportación a un conjunto de medidas
fiscales del Gobierno japonés que alcanzan los 26,9 billones de yenes (US$ 273.429
millones) y tratarán de mitigar "la tormenta financiera"
que, según Aso, golpeará a Japón.
Durante el turno de preguntas del acto en el que presentó
las medidas de estímulo económico Aso volvió a insistir en que por el momento
no convocará elecciones y que la prioridad es afrontar la crisis económica.
El paquete incluye muchas y diversas medidas económicas,
entre las que destaca una partida de 2 billones de yenes (20.330 millones de
dólares) para las familias.
Según dijo a la agencia Kyodo Takahide
Kiuchi, el economista jefe de la empresa financiera Nomura Securities, las
medidas presentadas por Aso incrementarán el PIB de Japón entre un 0,4 y un 0,5
por ciento.
Sin embargo, a su juicio, la crisis se originó en el
extranjero y será imposible combatirla únicamente con medidas fiscales tomadas
dentro del país.
Aso anunció asimismo medidas orientadas a la oferta durante
los tres próximos años, además de una reforma del sistema impositivo para
garantizar la recaudación.
Entre las medidas anunciadas destacó la intención del
Gobierno de subir el impuesto sobre el consumo (IVA) dentro de tres años.
Críticos con el Gobierno apuntaron que las medidas diseñadas por la
formación gubernamental, el Partido Liberal Democrático (PLD), tratan de
seducir a los votantes en las próximas elecciones generales.