El ministro holandés de
Finanzas, Wouter Bos, rechazó hoy que el grupo bancario y de seguros
ING necesite una nueva inyección de capital, después de que las
acciones de la entidad cayeran más de 12% en la bolsa
de Amsterdam.
ING "es una empresa sana, y así lo indica la actitud de los
ahorradores y clientes", afirmó Bos en declaraciones a la prensa
después del Consejo de Ministros.
Las acciones de ING cotizaban al cierre de la bolsa de Amsterdam
a 4,04 euros, lo que implica una baja de 12,38%, aunque
durante la jornada llegaron a caer más de 16%.
El diario económico "Het Financieele Dagblad" indicó en su página
de internet que el desmoronamiento del valor de las acciones se debe
a rumores en el mercado financiero de que ING no va a poder seguir
pagando los intereses de sus obligaciones.
De acuerdo con el analista Paul Beijsens, citado en ese diario,
"si se dejan de pagar los intereses (de las obligaciones), eso rompe
la confianza de los accionistas en la empresa".
La Asociación para los Intereses de los Accionistas (VEB, en sus
siglas en holandés), emitió un comunicado en el que solicita a ING
que clarifique su postura sobre el pago de las rentas de las
obligaciones.
ING anunció hoy la colocación de una emisión de bonos a cinco
años por valor de 4.000 millones de euros (US$5.052 millones) que está garantizada por el Estado
holandés, dentro del mecanismo de garantía de créditos establecido
por las autoridades de La Haya.
ING recibió el pasado octubre una inyección de capital estatal de
10.000 millones de euros (US$12.630 millones).