El presidente Donald Trump se mostró optimista respecto a resolver una disputa comercial con Canadá durante el inicio de la cumbre del Grupo de las Siete (G-7) potencias industrializadas, señalando que un acuerdo en las próximas semanas entre EEUU y su vecino del norte es “alcanzable”.
“Creo que tenemos conceptos distintos. Yo tengo un concepto basado en aranceles”, dijo Trump durante una reunión con el primer ministro canadiense Mark Carney. “Mark tiene un concepto diferente, que a algunas personas les gusta, pero vamos a ver si hoy llegamos al fondo del asunto”.
Aunque Trump expresó su preferencia por los aranceles por considerarlos “simples” y “fáciles”, también mostró disposición a escuchar la propuesta de Carney, quien busca limitar las tarifas punitivas sobre industrias clave como el acero, el aluminio y los automóviles.
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“Creo que Mark tiene una idea más compleja, pero también muy buena”, dijo Trump. “Así que vamos a analizar ambas y veremos con qué salimos”.
Los líderes de algunas de las naciones más prósperas del mundo enfrentan una ofensiva arancelaria por parte de Trump que amenaza con perjudicar sus economías, además de marcadas diferencias sobre cómo poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania y cómo manejar el creciente conflicto entre Israel e Irán, que podría desestabilizar aún más a Medio Oriente.
El mandatario estadounidense reconoció que el comercio ocupará un lugar central en la agenda, mientras los demás líderes intentan alcanzar acuerdos para reducir los altos aranceles que Trump ha amenazado con imponer en julio.
En las últimas semanas, sin embargo, Trump ha restado importancia a las negociaciones con sus socios comerciales, sugiriendo que, si no consigue acuerdos satisfactorios, aplicará unilateralmente nuevas tasas.
La semana pasada, Carney destacó avances en las conversaciones entre EEUU y Canadá, aunque moderó las expectativas de un acuerdo rápido. Según personas familiarizadas con las negociaciones, ambos países han intercambiado propuestas, centradas en las reglas comerciales para el acero y el aluminio.
Aun así, este lunes, cuando se le preguntó si podría alcanzarse un acuerdo en los próximos días o semanas, Trump respondió afirmativamente, asegurando que ambos países podrían lograrlo.
Si no se alcanza un pacto, Carney ha dejado abierta la posibilidad de represalias, después de decidir no aumentar los aranceles de respuesta sobre productos estadounidenses tras el incremento de Trump al impuesto sobre el acero y el aluminio, que elevó a 50%.
Además de los aranceles sobre metales, Trump ha aplicado gravámenes a vehículos fabricados en el extranjero y de 25% sobre bienes provenientes de Canadá y México que no cumplan con el tratado de libre comercio norteamericano que negoció en su primer mandato. También ha amenazado con imponer impuestos a otras exportaciones canadienses clave, como la madera y el cobre.
Rusia y China
Trump aprovechó también la reunión inaugural para quejarse de que el grupo no incluya a Rusia, e insinuó que estaría dispuesto a incorporar a China al foro. “Creo que no habría guerra ahora mismo si Rusia estuviera dentro”, dijo Trump.
El presidente ha criticado durante mucho tiempo la decisión de su antecesor, Barack Obama, de expulsar a Rusia del entonces G-8, tras la anexión de Crimea por parte del presidente ruso Vladimir Putin, en 2014.
Consultado sobre si estaría dispuesto a incluir a China —la segunda economía más grande del mundo— en las conversaciones del grupo, Trump respondió que “no es una mala idea”.
“No me molesta. Si alguien quiere proponer que China entre, creo que deberíamos sugerirlo. Pero necesitas tener personas con las que se pueda conversar”, agregó.