La caída del impuesto a la tierra (ICIR), el niño mimado del grupo de jerarcas que se mueven en el entorno al presidente José Mujica, reavivó una de las polémicas más duras que conoció este gobierno, mientras el tramo final de la administración suma problemas. Declarado inconstitucional el tributo a las grandes extensiones rurales por parte de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), el gobierno explora la forma de gravar de otra forma (sin afectar la tierra) a los mismos 1.200 propietarios que alcanzaba el ICIR.
Pero el efecto colateral, en términos políticos, surgió de inmediato con Danilo Astori como portavoz. El vicepresidente, que lidera el equipo económico, mostró los dientes en las últimas horas con algunas entrevistas con medios de prensa. "También tenemos que sacar conclusiones más generales sobre estos temas. Las cosas que se hacen mal, o se diseñan mal, terminan mal", disparó Astori.
Molesto por la polémica en torno al ICIR, el presidente de la República, José Mujica, reunió ayer a los ministros. El clima sobre la tarde, en la previa a la cita sorpresiva del gabinete, era de tensión. Tal es el caso que en algunos ámbitos del gobierno se hablaba de una posible salida de Fernando Lorenzo. Sin embargo, la posibilidad de que se vaya el ministro de Economía aparecía como lejana, más en la actual coyuntura con varios frentes abiertos.
En su cuenta de la red social Twitter, el senador del Nuevo Espacio, Rafael Michelini, escribió a primera hora de la tarde de ayer: "La prensa insiste que hay dos equipos económicos en el gobierno. Si fuera así, el presidente debe elegir por uno y asumir las consecuencias".
Por otra parte, se esperaba que Economía planteara un proyecto de impuesto alternativo al ICIR.