Las crecientes alertas económicas en Rusia van aumentando los temores financieros. En las últimas semanas el banco central ruso ha multiplicadosus intervenciones en el mercado de divisas, con el objetivo de intentar frenar el hundimiento del rublo.
Sólo la semana pasada desintó más de US$ 4.500 millones a la compra de rublos. Y ayer fue más allá al elevar los tipos de interés en 100 puntos básicos, hasta el 10,5%. Pero aún así la cotización de su divisa continúa en caída libre.
El desplome del precio del petróleo, por debajo incluso de los US$ 60 en el barril West Texas, activa todas las alertas, y el rublo registra hoy nuevos mínimos históricos. Por primera vez son necesarios más de 57 rublos para lograr el cambio por un dólar.
La espiral bajista de su divisa agrava los descensos en la Bolsa de Moscú. El índice RTS, denominado en dólares, registra hoy nuevas caídas superiores al 3%. En sus descensos llega a bajar del nivel de los 800 puntos.
El banco central ruso acompañó ayer el anuncio de la subida de tipos con una previsión de crecimiento prácticamente cero tanto en 2015 como en 2016. Este estancamiento en el crecimiento contrasta con sus previsiones de una tasa de inflación superior incluso al 10% en el primer trimestre del año.
Rusia acusa, además de las sanciones impuestas por Occidente por su impliación en el conflicto de Ucrania, su elevada exposición al mercado energético. El petróleo y el gas representan cerca de dos terceras partes de sus exportaciones, y son el origen de la mitad de los ingresos presupuestarios.