En medio de
la fuerte volatilidad que afecta a los mercados debido a los temores a una
crisis de deuda en Europa, los activos de refugio más clásicos se ubican en
niveles inéditos.
Uno de los
activos más firmes desde antes incluso del estallido de la crisis, el oro,
aprovecha la coyuntura para dar un paso más en su escalada. Los futuros para
entrega en agosto amplían sus récords en US$ 1.254,50 la onza, según datos de
Reuters. Su precio denominado en euros también toca máximos, en 1.050,86.
El oro
sigue siendo el destino de parte de las inversiones que salen de la deuda
'menos segura'. La semana pasada, el banco central de Irán anunciaba la puesta
en marcha un drástico ajuste de sus reservas de divisas, que se traducirá en la
venta de 45.000 millones de euros y la compra de más dólares y oro.
El castigo
al euro se agrava, y a media sesión reincide en zona de mínimos de más de
cuatro años, al borde de perder los US$ 1,19. En su caída alcanza cotas
inéditas hasta la fecha frente al franco suizo. El Banco Nacional de Suiza no
da señales, por el momento, de una intevención para frenar el rally de su
divisa, y el euro se desinfla hasta los 1,3785 francos.
Al igual
que el oro y el franco suizo, la deuda pública alemana vuelve a ejercer de
refugio en medio de la tormenta que azota a los mercados financieros. La huida
de la deuda periférica sigue reforzando la demanda de bonos alemanes, depanrado
nuevos máximos en su precio, y nuevos mínimos en su rentabilidad, de sólo el
2,52% en el bund a diez años.