UBS: invertir en cobre a corto plazo podría ser una estrategia exitosa
Banco ve el metal llegando a US$ 3 la libra en próximos doce meses.
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Por primera vez en 18 meses las proyecciones para el precio del cobre son al alza. Al menos en una mirada a doce meses.
El cambio de tendencia tiene relación con el deterioro en la oferta del metal, cuenta Dominic Schnider, head of commodities del banco suizo UBS. "Hoy la oferta tiene problemas grandes y por eso tenemos un perfil bastante positivo.
Por primera vez en año y medio teníamos expectativas de que el precio del cobre cayera por debajo de US$ 5.000 /ton (US$ 2,267/lb) y hoy estamos mirando sobre US$ 6.000 (US$ 2,72/lb) y tocando sobre los US$ 6.700 (US$ 3,04/lb) en doce meses", dice.
Problemas de producción
Las estimaciones de UBS fueron hechas considerando un crecimiento de la producción de cobre de 3% para 2015, lo que incluye las pérdidas que habrá en la oferta durante el año.
De hecho, cuenta Schnider, sólo en los primeros dos meses del año se perdieron 200 mil toneladas y otras 300 mil adicionales se pueden perder "debido a ajustes de expectativas de las compañías mineras más importantes. Así que estamos hablando 500 mil toneladas de pérdidas de producción, lo que es mucho. Y corremos el riesgo que las pérdidas por expectativas durante el año lleguen a 800 mil tons", anticipa el jefe de commodities.
Estas mermas vendrían por una serie de factores: desde huelgas, problemas técnicos, asuntos impositivos en África, etc.
El tema es que UBS ve que este precio se dará sólo en el corto plazo, en este horizonte de doce meses. Por lo mismo, dice Schnider, si un inversionista quiere tomar riesgos, una inversión vinculada al cobre en el corto plazo, "puede ser exitosa". Ahora, advierte que si el perfil de producción cambiara y se resuelven algunos problemas, "podríamos tocar niveles cerca de los US$ 5.000 /ton.".
En todo caso, la visión de largo plazo es optimista. "India tiene el mismo PIB per cápita que China tuvo en 2005, así que en el largo plazo podría haber un ciclo positivo". A eso se suma que tampoco hay un sustituto para el cobre, por lo que "en un horizonte de cinco a diez años, el pensamiento es positivo.
En el mediano plazo es más cauto -el alza en el precio del cobre tiene sus limitaciones y riesgos-, porque sabemos que China sigue con problemas estructurales, que viene con menos crecimiento económico y con el riesgo de un aterrizaje duro".
De hecho, dice Schnider, "los últimos datos que han salido de China no han sido favorables para nada. Algunos indicadores líderes han estado por debajo de las expectativas. Eso generó mucho de la caída de los metales básicos y principalmente del cobre".
Por lo mismo, las proyecciones de UBS para la demanda del metal no se ven tan favorable (creciendo sólo 3,7% en 2015). Eso aún cuando el gobierno chino se ha impuesto metas claras de crecimiento, lo que ayuda, pero no del todo.
Otros factores en juego
Hay un aspecto que da más motivos a los productores para ser positivos: la caída del precio del petróleo. "La energía en la producción de cobre representa entre 8% y 10% de los costos, así que una caída fuerte del petróleo tiene impacto", dice Schnider. A eso se suma el fortalecimiento del dólar frente a las monedas locales, que en algunos casos representan hasta un 30% de los costos.
Por lo mismo, UBS estima que los costos de producción marginales de cobre están en torno a US$ 4.700 /ton (US$ 2,1/lb) y US$ 4.900 /ton (US$ 2,22/lb) hoy comparado con costos de US$ 5.300 /ton (US$ 2,4/lb) en la segunda mitad de 2014.
Si esto podría fomentar la producción, Schnider dice que favorece, "pero muchos de los problemas que hay no tienen que ver con el precio, sino con temas técnicos, gubernamentales y eso no cambiará. Apoya a que se siga produciendo, pero, estructuralmente, no cambia mucho, pues habrá una recuperación del precio del petróleo a largo plazo y los costos locales sigues creciendo de una manera firme".
El escenario incluye además los anuncios de proyectos que podrían aumentar su producción, "pero no han entrado en la ecuación, porque no se sabe si cumplirán", dice el experto.
Finalmente, sobre otros proyectos que podrían sumarse en Chile, Schnider dice que sí existen. El tema es que "algunos de ellos tiene problemas ambientales o de otro tipo, así que no estamos seguros. Podrían mantener la producción, pero aumentarla comparando con las expectativas es muy difícil desde mi punto de vista", asegura.