Sauditas buscan calmar a los mercados y evitar shock petrolero
- T+
- T-
Arabia Saudita actuó ayer para calmar los temores globales de una crisis petrolera luego de que compras de pánico dispararan el precio del crudo a un máximo de dos años y medio, acercándose a los US$ 120 por barril.
El productor líder en la OPEP entró en “conversaciones activas” con petroleras europeas, en una clara señal de que está preparado para cerrar la brecha causada por los problemas en Libia. Riyadh preguntó “cuánto y de qué calidad necesitan (las refinerías europeas)”, informó un personero petrolero saudita a Financial Times.
Los economistas temen que el alza de precios propine un golpe a la confianza similar al provocado por la crisis de la deuda soberana europea el año pasado. “En este momento se están llevando a cabo conversaciones que apuntan a implementar lo que sea necesario”, añadió el personero saudita, que además subrayó que su país posee capacidad para aumentar la producción en 4 millones de barriles diarios.
Un funcionario europeo cercano a las conversaciones comentó que en ellas también participan los gobiernos europeos preocupados por la seguridad del suministro, aunque no precisó cuáles.
Riyadh está considerando dos opciones para aumentar el suministro de petróleo. La primera es simplemente aumentar la producción y enviar más crudo a través del oleoducto Este-Oeste para proveer a Europa. La otra posibilidad es un canje dentro de la OPEP en que el petróleo del oeste de Africa, usualmente destinado a Asia, se redirija a Europa y los suministros sauditas pasen a entregarse a los compradores asiáticos.
Diferencias de calidad
Los operadores aseguran que el petróleo de Africa occidental (el proveniente de Nigeria, por ejemplo) es muy similar al crudo libio, rico en gasolina y con poco contenido de sulfuros. Sin embargo, los conflictos políticos en esa zona pueden generar eventualmente una reducción significativa de la producción total de petróleo y hacen temer a los analistas que la reserva mundial de petróleo de alta calidad se reduzca drásticamente. Por otra parte, la diferencia de precio entre el petróleo producido en Africa y el crudo de menor calidad, como el que se produce en Arabia Saudita, se está incrementando, lo que indicaría que los consumidores están almacenando reservas en caso de que la producción de Libia se detenga por un tiempo más largo.
Incertidumbre en la zona
Otro problema que surgió tras el estallido de la crisis es la incertidumbre de cuanta producción de petróleo se ha detenido. La empresa italiana ENI informó que un total de 1.200.000 barriles diarios han dejado de salir de Libia. ENI es el mayor operador petrolífero extranjero en ese país y, tal como sus competidores en la zona, ha tenido que interrumpir sus operaciones.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estimó en un nivel mucho más bajo la caída de la producción de crudo libio, que correspondería a sólo entre 500.000 y 700.000 barriles diarios de petróleo, menos de 1% del consumo total del mundo. Parte de la incertidumbre que viven las instituciones y compañías petroleras se debe a que las comunicaciones con sus operaciones en Libia se interrumpieron. La AIE hizo además un llamado a los otros países de la OPEP a utilizar sus excedentes de crudo para suplir la demanda, coincidiendo con la propuesta de Arabia Saudita.
La oferta de Riyadh llega en el momento en que la amenaza de un alza sostenida del precio del petróleo se asoma como un riesgo real para la recuperación económica global.