A comienzos de 2024, la biotecnológica ByBug aparecía en el radar de los inversionistas tras cerrar una ronda semilla por US$ 1,4 millones. Hoy, la empresa está en una nueva etapa y alista el lanzamiento de sus primeros pilotos internacionales.
La startup desarrolló una tecnología para modificar genéticamente las larvas de mosca soldado negro dándoles la capacidad de consumir residuos orgánicos y transformarlos en proteínas terapéuticas. Estas se usan en salud animal para prevenir o tratar enfermedades, por ejemplo, en pollos y cultivos de salmones y camarones.
Las proteínas se incorporan a harinas que se mezclan con el alimento -pellet-, lo que permite administrar los tratamientos por vía oral sin recurrir a inyecciones ni procesos de purificación complejos.
Uno de los fundadores y CEO de la empresa, José del Solar, oriundo de Ovalle, contó que decidieron instalar su centro de investigación y desarrollo en el barrio industrial de Coquimbo, donde trabajan 12 personas, para demostrar que se podía hacer alta tecnología desde regiones.
“No estamos rodeados de tecnológicas, sino de talleres mecánicos, es una decisión que tomamos para para tratar de poner la bandera y demostrar que en una región donde no hay nada, se puede desarrollar alta tecnología y se puede exportar al mundo”, agregó del Solar.
Afirmó que emprender desde Coquimbo “ha sido desafiante”, porque no existe un ecosistema biotecnológico consolidado, y son una de las pocas startups deeptech que ha levantado capital en la región.

Las larvas de mosca soldado negro son modificadas para producir proteínas.
“Aun así, decidimos instalarnos aquí. Partimos literalmente con un computador y hoy tenemos un centro de investigación operativo, tres patentes presentadas y pilotos internacionales en ejecución”, comentó Del Solar.
También señaló que el ecosistema nacional “no los ayudó mucho” y que recién pudieron postular a Corfo después de haber levantado más de US$ 1 millón en inversión privada.
Destacó que toda esta recaudación ha sido desde Coquimbo, a través de reuniones virtuales, por ejemplo, con el fondo de capital de riesgo basado en la zona sur del país, Südlich Capital, pero también con extranjeros que no han venido a Chile.
Del Solar contó que llevan casi un año de relación con un cliente de Ecuador, que recién en diciembre van a conocer, y tienen dos inversionistas en Estados Unidos que “nunca han venido a Chile a ver lo que tenemos y confían en nuestro reporte, en lo que hacemos, porque manejamos la información con mucha transparencia y orden”.
No obstante, ByBug llegó a EEUU hace un poco más de un año, con una oficina comercial en Tulsa, en la ciudad de Oklahoma, en donde el CTO, Gerardo Bluske, coordina alianzas con universidades y centros de investigación para desarrollar proyectos colaborativos.
“Cambia mucho la conversa cuando ya tienes una persona allá con los fondos. Creo que cambia todo, desde la forma en que te reciben hasta la duración de las reuniones”, señaló del Solar .
Tecnología y pilotos
Durante el último año la biotecnológica logró un avance clave en su capacidad técnica, redujo de 12 meses a dos el tiempo de generación de insectos modificados genéticamente.
El resultado provino de la optimización de la tecnología de edición genética, lo que permitió acelerar el desarrollo de productos y acortar los ciclos de validación.
En este contexto, del Solar adelantó que realizarán dos pilotos industriales con camarones y salmones: con una camaronera en Ecuador en diciembre y con una compañía de nutrición acuícola en Chile, el segundo trimestre de 2026.
Dijo que estos ensayos marcan la transición desde el laboratorio hacia la validación en campo, etapa crítica para escalar a una producción comercial.
“Si los resultados son positivos, la empresa espera concretar contratos durante 2026”, dijo el CEO.