Link Capital Partners, que gracias a la mega operación de Arauco pasó a liderar el ranking de colocadores de 2025, espera que el próximo año se preste para un abanico más amplio de oferentes en el mercado local, incluyendo a rezagados de los sectores de ventas minoristas y constructor-inmobiliario.
La boutique financiera partió a mediados de 2018, cuando seis exsocios de IM Trust (que más tarde pasó a ser Credicorp) se unieron para llevar al mercado su expertise en el mundo del asset management y las finanzas corporativas.
Este año Link Capital suma transacciones por más de UF 45 millones, cerca de un tercio de lo que se ha colocado en total, y de las cuales casi la mitad corresponde al bono de la forestal del grupo Angelini.
Según el partner Fernando Edwards, Link Capital es bueno en cosas difíciles: acompaña a empresas con menor nota crediticia en sus primeras salidas al mercado, o a emisores recurrentes que ofrecen títulos con estructuras inusuales, como el modelo de bono híbrido estrenado por CMPC, y luego adoptado también por Arauco.
Destaca haber reabierto el mercado de bonos high yield, con la vuelta del grupo Patio y deuda de Salfacorp y Echeverría Izquierdo. También los bonos de Cruzados.
-¿Qué piensan que están haciendo bien, y qué puede estar pasando en el entorno de inversiones como para que estas operaciones hayan sido posibles?
-Nuestro mérito es que tenemos un equipo senior que lleva mucho tiempo en el mercado, que ha pasado por muchos ciclos. Entonces somos capaces de darnos cuenta antes que otros de cuándo está para ciertos niveles de riesgo. Y tenemos buena capacidad de estructuración también.
Después del plebiscito constitucional, el mercado se reabrió, y este año vemos que las aseguradoras están vendiendo mucha renta vitalicia, las AFP recibirán más fondos por la reforma de pensiones, y los fondos mutuos más flujos desde depósitos.
Y el hecho de que en este momento no haya tantos papeles lleva a estos institucionales a mirar emisores con un poco más riesgo.
Año post electoral
-¿Puede decirse que el mercado de renta fija está ahora en standby, pensando en que vienen las elecciones? No se ha visto casi ninguna inscripción después de la de Arauco.
-Es raro, porque este año ha sido muy activo. Con la cantidad de demanda que hay, me sorprende que no hayan salido más oferentes. Probablemente es porque tampoco hay tanta necesidad de financiar proyectos. Creo que las condiciones siguen súper abiertas, aunque efectivamente, previo a las elecciones, la gente se pone en modo espera.
-¿Cuál es su lectura si un cliente pregunta sobre la elección?
-Desde el punto de vista financiero, el mercado de renta fija va a seguir bien, porque los fenómenos de liquidez que mencioné seguirán presentes. Desde el punto de vista del riesgo político, el mercado está incorporando en los precios un resultado tanto de la parte presidencial como parlamentaria favorable a las candidaturas más pro mercado. La bolsa viene subiendo fuerte todo el año en parte por eso. Pero yo diría que en un escenario donde, sea cual sea el Gobierno que haya, se favorezcan los proyectos de inversión y la minería, que son los temas más grandes que tiene Chile, con un mundo que se empieza a recuperar y precios de commodities altos, deberían venir buenos tiempos.
-¿Tienen una perspectiva optimista sobre 2026?
-Creo que eso puede ayudar a que el próximo año no sólo salgamos con estas empresas que están haciendo proyectos afuera, sino también con empresas locales que tengan proyectos en Chile. Es muy probable que se aceleren los permisos, y si se da esto junto con una mejora en el crecimiento, podemos tener un mayor flujo de proyectos que va a necesitar financiamiento.
-¿En qué sectores se podrían reactivar más las colocaciones?
-En sectores que han sido normalmente emisores importantes y que han estado más pasivos. Todo el sector retail y el energético, con las distribuidoras, que también emitían mucho. Las empresas de agua, las industriales, el sector construcción-inmobiliario podría ver más transacciones en 2026. Nosotros este año tuvimos estas dos operaciones con firmas de ese rubro. También salieron Besalco e Ingevec, con otros colocadores. Fueron transacciones pequeñas, por lo que, si el mercado se reactiva, podrían empezar a salir con emisiones más grandes.
-En general son empresas más expuestas a montajes y proyectos mineros. ¿Podría verse que esto se expanda hacia las que están más cargadas en el sector inmobiliario?
-De todas maneras. Si se recupera la demanda inmobiliaria, estas mismas compañías que hoy se están inclinando más a financiar sus negocios de montajes empezarán a emitir también para sus brazos inmobiliarios. Ya estamos viendo una mejora clara por el lado de los inversionistas institucionales. Ahora lo que falta es que por el lado de los emisores haya también necesidad de financiarse. Hasta ahora, nos hemos dado vuelta básicamente en refinanciamientos y no en proyectos nuevos. Diría que Arauco y CMPC han sido las únicas que han estado financiándose para inversiones nuevas, con sus proyectos en Brasil. Creo que eso podría aumentar mucho si vemos estabilidad regulatoria, crecimiento y apetito por volver a invertir.
Nuevos resultados
-¿Han podido advertir alguna tendencia mirando los balances recientes de las empresas del tercer trimestre?
-Lo que hemos visto es que en general los resultados están mejorando, también en algunos sectores donde las compañías estaban con bastante estrés.
El inmobiliario de renta comercial, los retailers, todos los que pasaron por un período complicado post 2021. Falabella ya vio una mejora de clasificación crediticia, y todas estas constructoras inmobiliarias que estuvieron bastante apretadas ya con un poquito más de aire y empezando a pensar en que pueden lanzarse a hacer proyectos nuevos.
Nuestro foco está en encontrar emisores que necesiten fondos para invertir en proyectos. Es la parte buena de lo que hemos visto este año, y las expectativas que se ven para el próximo.
Ajuste de spreads
-¿Qué piensan de lo ajustados que están los spreads de las empresas que han colocado este año?
-Es este fenómeno de bastante demanda por papeles y pocas emisiones. El bono de Enaex tuvo el menor spread de un bono corporativo en el año, con 73 puntos base. Para un bono doble A, es muy bajo. Veníamos de spreads sobre 100 puntos, así que es bajo en comparación con el curso del año y también con la historia. Eso indica que hay mucha demanda y poca oferta. Es una tremenda compañía, pero nos sorprendió ese spread.
Entonces, vemos que por ello este es un momento atractivo para colocar deuda, ya que el emisor puede conseguir un spread interesante. La otra lectura puede ser que quizás los inversionistas institucionales están esperando a que las tasas bajen, y están dispuestos a comprar los bonos a estas tasas más bajas porque creen que en el futuro seguirán cayendo. Esa es la lectura que me imagino que hacen quienes están comprando los bonos, y veremos si es que se da.
- ¿Ustedes la comparten, o están más o menos distantes?
-Eso nunca se sabe. No tenemos la bola de cristal, pero normalmente cuando hay colocaciones de bonos con mucha demanda, con spreads que te sorprenden a la baja, después puede venir un período de tasas más bajas. Pero eso depende del resto de factores que conversamos.