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El alza del dólar se siente fuerte en Antofagasta

La fabricante de químicos para la minería, Intersales, debió enfrentar una inusitada alza de costos producto del encarecimiento de la moneda norteamericana con la cual compran sus materias primas a China. “Este mes estoy como colador, por todos lados estoy botando plata”, cuenta su fundador Lautaro Olivares.

Por: Mateo Navas García | Publicado: Jueves 19 de diciembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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Lautaro Olivares fundó Intersales en 2003. Hoy tienen como clientes a las mineras más grandes de la zona industrial de Antofagasta.
Lautaro Olivares fundó Intersales en 2003. Hoy tienen como clientes a las mineras más grandes de la zona industrial de Antofagasta.

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Adiferencia de otras empresas, que sufrieron bajas ventas por cierres forzados, menor demanda o destrucción de sus instalaciones, Intersales se convirtió en una de las víctimas de la inesperada alza del dólar durante las primeras semanas de protestas en Chile. Debido a que la materia prima que ocupan viene desde China, todas sus transacciones se hacen en esa divisa.

Ello obligó a la firma ubicada en el sector industrial La Negra de Antofagasta a mejorar sus procesos de logística y a enfrentar pérdidas millonarias. Desde que comenzaron las movilizaciones sociales el 18 de octubre, esta compañía ha perdido más de $ 100 millones. "No me llegó desde el punto de vista destructivo, me llegó como una variable externa (...) Tuve que pagar la materia prima a un dólar que está a $ 800. Y como las cantidades son altas, eso se te va rápidamente para arriba", se lamenta Lautaro Olivares, CEO y fundador de Intersales.

El ejecutivo celebra los movimientos recientes del Banco Central para frenar esta tendencia, pero advierte que si vuelve a suceder un fenómeno parecido no podrían aguantar más allá de tres meses. "Con estos desórdenes se generó un ambiente de volatilidad y el país como tal se vuelve poco creíble. No se sabe qué es lo que va a pasar. Se pierde la confianza y se empiezan a alterar los mercados", cuenta.

Guerra comercial, el primer obstáculo

Pero a diferencia de otros negocios que también sufrieron con la violencia que se coló en las manifestaciones sociales, las turbulencias financieras de Intersales comenzaron unos meses antes. La guerra tarifaria entre Estados Unidos y China –la cual todavía no encuentra una tregua definitiva– aportó en el alza sistemática del dólar e intervino en el funcionamiento de los puertos y los buques de carga. Esto impactó, según el gerente general, en el crecimiento de la compañía.

"(La guerra comercial) nos tuvo un poco complicados por las navieras. Como vieron que había menos demanda, empezaron a sacar cargas de un barco y ponerlas en otro para maximizar la utilización de recursos, lo cual se tradujo que en vez de 36 días (lo que antes se demoraban), empezamos a recibir la carga en 45 y en algunos casos hasta 60 días", indica Olivares.

Este retraso preocupó especialmente a los ejecutivos de la compañía, debido a que los productos que ellos distribuyen son indispensables para las mineras de la zona. Si ellos no los entregan a tiempo, violarían un aspecto fundamental de los contratos e incluso podrían pausar la extracción de cobre de sus clientes. Hasta el momento, eso sí, no han tenido que enfrentar este tipo de situaciones.

Sin embargo, la explosión de protestas a mediados de octubre terminó por oscurecer el panorama para esta empresa, la cual tiene más de 25 trabajadores. Si bien al principio pensó que eran protestas aisladas, el ejecutivo nunca creyó que podría tener una repercusión tan profunda en el precio del dólar: "Pensé que la cosa duraría unos días, una semana. Si hubiera sido una semana afectaba algo. Pero siguió", comenta.

Otro de los factores que incrementó la tensión al interior de la empresa fueron las huelgas en los puertos. Como algunos embarques tenían sus actividades paralizadas, los encargos se bajaban en otras costas, obligando a Intersales a desembolsar dinero extra para mover los contendores de vuelta a Antofagasta. También, cuenta, debieron modificar los horarios y adelantar las jornadas de trabajo para que el personal pudiese llegar temprano a sus hogares. "Este mes estoy como colador, por todos lados estoy botando plata", asegura.

Crecimiento sobre 15%

Una de las preocupaciones centrales que manifiesta Olivares tiene que ver con la pérdida de confianza que tendrán los inversionistas extranjeros en el futuro. Si el panorama político y económico se mantiene inestable, las empresas extranjeras podrían empezar a barajar la alternativa de mover sus activos a otros países.

"Esto genera incertidumbre en las empresas para invertir. Las compañías internacionales que se querían venir a posicionar acá dirán 'mejor me voy a Perú' (...) Yo creo que con esto Chile pierde ventaja", opina.

Y aunque han sido días difíciles para la compañía, el ejecutivo agradece que su sociedad tenga el flujo de caja suficiente para enfrentar esta contingencia. Sin embargo, confirma que esta no es la realidad de todas las empresas a nivel nacional: "Si nosotros, como PYME, no tenemos la espalda o la caja para resistir este golpe, lo más probable le habríamos fallado a nuestro mandante, hubiéramos tenido que despedir gente. Mi caso no es ese. Estamos cumpliendo porque nosotros tenemos espaldas para resistir este golpe, esperando que en algún momento se arregle el problema".

Independientemente de las pérdidas de dinero y de los retrasos de los pedidos, desde Intersales anticipan que cerrarán el año con números verdes y esperan concretar un crecimiento por sobre el 15% para el 2020.

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