La derrota de la Nueva Mayoría en las elecciones municipales, al perder varias comunas emblemáticas como Santiago, Providencia, Maipú y Ñuñoa a manos de Chile Vamos, ha dado pie a varias lecturas, principalmente a nivel político. Aquí el foco recae en el comité de ministros políticos de La Moneda y en la figura de la misma presidenta Bachelet.
Pero otra lectura es a nivel económico. ¿Qué significa para los privados y la actividad la derrota del oficialismo en las municipales? Para varios economistas, el revés de la Nueva Mayoría da una mayor probabilidad de concretarse a un escenario que varios bancos de inversión de Wall Street han planteado: que los mercados ya dieron por descontado el afán reformista del actual gobierno y tienen puesta su atención en una próxima administración, la cual -esperan- tenga como foco el crecimiento y las buenas relaciones con los privados.
El economista jefe de BCI Estudios, Sergio Lehman, señala que la lectura principal es que la derrota del oficialismo es una especie de “castigo” a la manera en que se implementaron algunas reformas, como la tributaria, educacional y laboral.
“Aumenta la probabilidad de que el próximo gobierno, independiente de su color político, sea uno más comprometido con el crecimiento, elevar la productividad y cómo fortalecer la inversión. El mercado está dando una alta probabilidad a ese escenario”, asegura.
Para el director de Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño, el “descontento” que se refleja en la votación del domingo no sólo tiene que ver con la “impopularidad del gobierno”, sino también con sus políticas económicas.
“Si no hay un cambio que permita escuchar y atender la voz de la sociedad, pero sobre todo un cambio que le dé a los chilenos esperanzas de un mejor futuro económico, entonces el voto de castigo se puede fortalecer y llevar a un cambio de partido en el poder”, advierte.
El economista jefe para América Latina de Principal, Valentín Carril, pone paños fríos, señalando que para los inversionistas internacionales es más importante la discusión de las reformas que las elecciones locales.
“Falta un año para las elecciones presidenciales. Y en un año pasan muchas cosas. Un grupo bastante influyente de inversionistas está más preocupado de cómo Chile afronta el escenario externo, la Fed, el Brexit, y qué pasa con las reformas, y no del resultado de las municipales”, asegura.
El gerente general de Gemines, Tomás Izquierdo, pone el foco en que la ciudadanía -en su opinión- estaría “castigando” el “erróneo” diagnóstico con el que la Nueva Mayoría llegó a La Moneda en marzo de 2014, basado en un enfoque “muy paternalista” y dándole “poca relevancia” al crecimiento económico.
“Hubo un conjunto excesivo de reformas, que no tomaron en consideración que la sociedad civil es más conservadora y valora mucho de lo que se ha hecho en los últimos 25 años. El mal diagnóstico estuvo en pensar que la gente quería cambiarlo todo”, señala Izquierdo.
El economista de Chile 21, Eugenio Rivera, señala que el tema “central” es que la derrota debe entenderse como una “crítica” a la gestión de las reformas del gobierno.
“No hubo de parte del equipo económico una manera de explicar los fundamentos económicos de algunas reformas. Ahí hubo una derrota ideológica del gobierno que se manifestó ayer (domingo)”, asegura.
Mientras que el economista jefe de Itaú Chile, Miguel Ricaurte, ve que “sin lugar a dudas” se consolida un escenario más favorable para un gobierno más amigable con el mercado y el crecimiento.
las reformas aprobadas
En lo que va de la actual administración, se han aprobado varias reformas importantes a nivel social y económico, partiendo en abril de 2014 cuando se presentó la tributaria. El proyecto recaudará US$ 8.300 millones en régimen para el Fisco, un 3,03% del PIB. Se aumentó de 20% a 27% el impuesto a las empresas y se crearon dos nuevos sistemas de tributación. Además, se eliminó el FUT. El mismo año se presentó la iniciativa que sancionaba el lucro, reducía el copago y eliminaba la selección en los establecimientos de educación escolar y básica, aprobada durante 2015.
El 29 de diciembre del 2014, en tanto, se presentó la reforma laboral, que eliminaba el reemplazo de los trabajadores en huelga y aumentaba el poder de negociación de los sindicatos. Tras casi dos años de negociación, el texto se aprobó en junio de este año. Pendientes están la reforma a la Constitución y al sistema de pensiones.