En una actitud que contrasta con la asumida en 2009, cuando su candidatura presidencial dividió a la Concertación y facilitó la llegada del aspirante opositor a La Moneda, Sebastián Piñera, el líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami, instó ayer a la centroizquierda a enfrentar unida la próxima elección presidencial.
A partir de los malos resultados municipales, ME-O instó a la Nueva Mayoría a realizar primarias “sin letra chica y sin exclusiones” de manera de enfrentar al más probable candidato de la oposición.
“Viene un fantasma, el de 2009. Es el de la eterna pasión de la centroizquierda por pelearse. Yo invito a que multipliquemos un mensaje: primarias para todos los cargos, sin letra chica y sin exclusiones. Si no, Piñera va a ser Presidente. No sólo es él un problema, son las ideas que él representa y que son un retroceso para Chile y crecimiento para sus amigos, no para todos”, advirtió el abanderado del PRO.
A juicio de ME-O es necesario que el mundo de centroizquierda asuma “el mensaje que con fuerza nos dieron los chilenos. Quieren progresismo porque en votos somos más que ellos. Los que queremos progreso y justicia social somos más que ellos”, por lo que “la Nueva Mayoría se vuelve a equivocar si cree que peleando va a ganar”.
En su evaluación de los comicios municipales, la tesis de ME-O es que la derecha ganó dos veces, porque la histórica abstención favorece al sector y porque “supieron dividirnos. Porque en Calama nos dividieron y ganaron. Porque en Santiago, unidos sacamos más votos que ellos. Porque en San Bernardo nos dividieron. Porque en el grueso de Chile, si hubiésemos estado juntos, el progresismo habría avanzado”.