En su informe "Situación Chile", BBVA Research estimó una expansión de para el bienio 2016-2017 de 1,7% y 1,8%, respectivamente.
"Proyecciones más optimistas para 2017 se sustentan en un mayor impulso de la minería y del sector externo, que no suscribimos", explicaron en su informe.
Respecto a la inversión, proyectaron un crecimiento cercano a cero para 2017. "La información disponible nos permite proyectar un crecimiento cercano a cero para la inversión el próximo año, al tiempo que se mantendrá un crecimiento acotado del consumo privado y veremos un menor impulso fiscal", aseguraron.
En tanto, para el presente año terminaría en un -0,1%.
Para la inflación, desde la entidad financiera proyectaron que cerrará 2016 en 3,1%, en torno al rango meta del Banco Central. Sin embargo, según explicaron, existen riesgos de que el indicador sea menor en caso de que el IPC de noviembre o diciembre se ubique en terreno negativo, "influenciados primero por aspectos transitorios, perecibles y gasolina", indicó Jorge Selaive, economista jefe de BBVA Research.
Con todo, el próximo año la institución prevé un 2,5% de inflación entendiendo que el Banco Central bajaría la tasa. "Si no ocurren los recortes en tasa de política monetaria, no es descartable que la inflación se ubique bajo el piso del rango meta del Banco Central de 3% de inflación", advirtió el experto.
Tasa de política monetaria
En este escenario, BBVA considera a los menos dos recortes de 25 puntos en la tasa de política monetaria hasta el primer trimestre de 2017.
"Nosotros creemos que existe una oportunidad de hacer aquello", aseguró Selaive.
Más en detalle, el economista señaló como razón estructural que un tipo de cambio más depreciado recuperará los precios de las exportaciones y manufactura exportadora. Otra dimensión es la monetaria, en la que un tipo de cambio tan bajo como el actual dificultará la tarea de tener inflaciones en el rango meta.
Entonces, concluyó, estos recortes serían necesarios para evitar un desanclaje a la baja de las expectativas inflacionarias y contribuirán a tener un tipo de cambio en niveles que permitan a nuestras exportaciones ser más competitivas.
Gasto público
Sobre el gasto público en 2017, Selaive estimó que será "acorde con la regla fiscal y sin ceder a presiones políticas". Pese a ello, el déficit fiscal volvería a subir al igual que el endeudamiento. En concreto, alcanzaría un 3,3% el próximo año y será financiado con deuda, llevando al país a un saldo impago neto que podría acercarse al 31% del PIB en 2020.
"Será necesario un ajuste fiscal fiscal, cuya responsabilidad recaerá en los próximos gobiernos", afirmó, adelantando que el crecimiento del gasto fiscal en el presupuesto 2019 -el primero que deberá presentar el próximo gobierno- debería crecer en torno a 1%, de mantenerse parámetros estructurales como precio del cobre de largo plazo y PIB de largo plazo.
Esta considerable baja tendría su motivo también, en que la Reforma Tributaria ya no entregaría para esa fecha recursos adicionales.