Una variación de 0,3% habría registrado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante octubre, de acuerdo a la proyección realizada ayer por BBVA Research.
Por divisiones, el informe de la entidad advierte que las principales incidencias positivas provendrían de las divisiones de Transporte y Vivienda y servicios básicos.
En la primera, señalaron destacará el impacto de la gasolina y automóvil nuevo, mientras que en la segunda el gasto común y el arriendo. Estas alzas, a su vez, “serían parcialmente contrarrestadas por caídas en alimentos perecibles”, según el reporte.
“Mantenemos nuestra visión respecto a la reversión de precios que se produciría en noviembre y diciembre en algunos productos estacionales de alta incidencia”, cita el análisis.
Por ende, precisaron, ha aumentado la probabilidad de observar registros mensuales negativos este y el próximo mes.
Por ejemplo, el tomate pasaría de ser la principal incidencia positiva en el IPC de septiembre, a restar inflación en octubre junto con productos como la palta y las verduras de estación.
En contraste con lo anterior, BBVA sostiene que los precios de los alimentos no perecibles seguirían mostrando aumentos, en línea con el incremento observado en los valores internacionales, aunque acotados por la apreciación del peso.
Coincidente con el resultado general, la entidad proyecta que el IPC SAE -IPC menos alimentos y energía- mostraría un avance de 0,28% en octubre (3,2% año/año).
En el caso del IPC SAE bienes, la incidencia sería de +0,09 punto porcentual, en tanto IPC SAE servicios lo haría en +0,11 pp.
La mayor incidencia provendría de automóviles nuevos, servicio de alojamiento turístico, servicio doméstico y gasto común, mientras que productos electrónicos y servicio de transporte en bus interurbano le quitaría presión.
Por su parte, la difusión inflacionaria del IPC (medida como el porcentaje de productos con alza mensual de precio) se ubicaría en 61%, en la parte alta del rango histórico de los últimos 10 años.