Sólo Tarapacá se quedó bajo el carro del carro del crecimiento económico durante el primer trimestre, frente a igual lapso de 2024, según informó este lunes el Banco Central.
Mientras el Producto Interno Bruto (PIB) del país se expandió 2,3% en el citado período, dicha región presentó una caída de 15,4%, explicada mayoritariamente por la minería del cobre. En menor medida, la construcción y las industrias química y pesquera también incidieron a la baja.
Compensaron en parte este resultado, los aumentos de los servicios personales y el comercio.
El descenso contrastó con el alza de 7,7% de Atacama como reflejo de la mayor producción de la minería del cobre. Al otro lado, la industria pesquera contrarrestó en parte el resultado.
Más atrás, con una mejora de 3,4%, se ubicó Antofagasta impulsada por la extracción de cobre y litio, la construcción y la generación eléctrica, esta última asociada al aumento de las energías solar y eólica.
Cerró este cuadro del norte el 1,7% de avance observado en Arica y Parinacota gracias a la pesca extractiva, los servicios personales y la industria pesquera. En contraste, la construcción y la minería presentaron caídas.
En la zona central, los resultados no fueron muy distintos del nivel de 2%. Coquimbo mostró una expansión de 2,2%, Valparaíso de 2,7% y la Región Metropolitana 2,4%. En este último caso hubo un vuelo explicado por el comercio, los servicios personales y el transporte, el que fue compensado en parte por la construcción.
El dinamismo en el sur
En esta zona del país, destacó el crecimiento de 4,2% en la región de O’Higgins gracias al sector agropecuario-silvícola, los servicios personales y la industria alimenticia, los que fueron en parte lastrado por la caída de la minería del cobre.
El Maule, en cambio, se expandió 3,6%, impulsada por el sector agropecuario-silvícola y las industrias alimenticias y vitivinícola, en ambos casos, favorecidas por la mayor cosecha y disponibilidad de frutas. Compensó en parte estos resultados, la caída de la generación eléctrica.
A su vez, Ñuble registró un alza de 2%, resultado en el que destacaron las contribuciones de los servicios personales, los restaurantes y hoteles, la industria alimenticia y la de celulosa. La caída de la construcción compensó en parte este resultado.
Hacia el sur, sobresalió la región de Los Lagos, con un PIB que se expandió 3,2%, incidida principalmente por las industrias alimenticia y pesquera, y por el comercio, lo que fue contrarrestado en parte por una menor producción de la generación eléctrica y los servicios empresariales.
Más atrás se ubicó La Araucanía, que exhibió un avance de 2,9%, favorecida por el sector agropecuario-silvícola, el comercio, los servicios personales y, en menor medida, por la industria alimenticia. En contraste, la fabricación de madera y muebles fue la principal incidencia a la baja.
Los Ríos, en cambio, apenas logró evitar una caída al subir 0,1%, reflejo de alzas en la industria alimenticia y los servicios personales, las que fueron complicadas por la menor producción de la industria pesquera, de celulosa y de la generación eléctrica.
El extremo sur lideró el crecimiento del país. El PIB de Aysén mejoró 8,5% de la mano de la acuicultura, la construcción y los servicios personales. En menor medida, también aportaron al crecimiento las actividades de transporte y la industria pesquera.
La región de Magallanes se expandió 6,1%, incidida mayoritariamente por las industrias químicas, secundada por la industria pesquera, la acuicultura y la construcción. Lo anterior fue contrarrestado en parte por las caídas registradas en los servicios personales –asociadas a los servicios de educación– y empresariales.