Los partidos y las bancadas parlamentarias de la Nueva Mayoría se preparan para un debate presupuestario en el que tendrán que considerar algunas variables relevantes. Una, los menores ingresos fiscales por la caída en el precio del cobre y el bajo crecimiento económico. Dos, el impacto que eso puede tener en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2017. Y tres, el cumplimiento del programa de gobierno.
Por eso, e independiente de las herramientas, en el oficialismo existe consenso sobre la fórmula: el Presupuesto 2017 se debe traducir en medidas, planes y políticas públicas “reactivadoras”, con “impacto social” y, de paso, con “rédito electoral”.
Con este elemento ordenador, los partidos ya elaboran sus propuestas. La bancada de diputados de la DC demandará aumentar el per cápita para la salud municipal, actualmente en $ 4.895 mensuales, e incrementar el número de especialistas y la infraestructura hospitalaria básica. También elevar el número de subsidios para las viviendas y fortalecer los planes de conservación de caminos, agua potable rural y de seguridad ciudadana.
En sintonía, el PC, según explica la jefa de la bancada de diputados, Karol Cariola, buscará que el Presupuesto 2017 “atienda demandas muy sentidas por la ciudadanía y que, a su vez, generen empleo y actividad económica”, como construcción de viviendas sociales e infraestructura en salud y obras públicas.
“Un 10% de aumento en la inversión en infraestructura pública genera un aumento de entre 1,2 y 2,3 puntos porcentuales en el PIB”, sostiene el comité de senadores del PS, donde, como el PC, cuestionan la posible reducción del gasto público que consideraría el erario, ya que “disminuye aún más el efecto contracícliclo”, afirma un parlamentario.
Y como el Presupuesto del próximo año será “austero”, según lo ha reiterado el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, a los parlamentarios oficialistas, son pocos los recursos frescos. Por lo tanto, los legisladores evalúan acotar el debate a las reasignaciones, con el objetivo de “evitar una discusión sobre platas que no hay”, dice el presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara, Manuel Monsalve (PS).
El jefe de la bancada de la DC, Fuad Chahín, concuerda: “Hay que focalizar el resto de los recursos, porque no es posible tener un presupuesto demasiado expansivo en el contexto actual”. La idea es compartida por el senador PS, Carlos Montes, quien puntualiza que “es complejo bajar algo y subir otra cosa”. Aunque la tarea puede resultar menos traumática. Desde el gobierno afirmaron que los planes que exhiben poco avance o requieren de nuevos recursos no contarán con financiamiento, salvo en Educación y Salud.
El gobierno intentará morigerar la molestia que varios legisladores de la NM han manifestado con la falta de debate. El próximo lunes, en Teatinos 120, Valdés se reunirá con los integrantes de las comisiones de Hacienda y los jefes de las bancadas de diputados y senadores de la Nueva Mayoría, para analizar el crecimiento presupuestario de cada cartera y la ejecución.