Standard & Poor’s (S&P) fue la primera agencia en encender las luces de alerta en julio, cuando rebajó la calificación de crédito de Chile en un peldaño. La medida generó debare sobre la pérdida del sitial de nuestro país como uno de los destinos más seguros del mundo para los inversionistas.
Por eso, cuando la presidenta Michelle Bachelet presentó el domingo el Presupuesto 2018, con un incremento del gasto público de 3,9% -mayor a lo que anticipaban los expertos- la preocupación se concentró en la amenaza de un nuevo recorte.
La agencia, sin embargo, salió a respaldar las cifras de la autoridad. Más allá de pequeñas discrepancias, destacó la analista para Chile, Delfina Cavanagh, la tendencia general sigue apuntando a la consolidación de las cuentas fiscales.
- ¿Cómo calificaría el Presupuesto? ¿Es expansivo?
- El Presupuesto está en línea con el compromiso del gobierno y lo que esperamos de una reducción gradual del déficit fiscal de Chile. Si se mira el balance, bajo los supuestos que ellos incorporan en el Presupuesto, incluye un déficit efectivo de 2,7% para este año y que disminuirá a 1,9% en 2018, lo que muestra el compromiso del gobierno de ir en la senda de consolidación fiscal.
- ¿El Presupuesto sí mantiene el compromiso con la consolidación fiscal?
- Sí. Mirando las pautas de crecimiento de ingresos y de gasto y el resultado al que llevaría este Presupuesto, el compromiso sigue en línea con lo que estábamos esperando y con lo que ellos mismos habían anunciado.
- Pero el incremento de 3,9% en el gasto sorprendió a muchos…
- Sí, pero también responde a que han cambiado las proyecciones macroeconómicas para Chile. Mientras que antes se esperaba un crecimiento un poco más bajo, para 2018 se proyecta un 3%. Eso, junto con el precio del cobre, da más de espacio para el crecimiento del gasto.
Pero lo más importante para nosotros es que el déficit fiscal para 2018 es menor que el que se espera para 2017 y, si se mira más adelante, esto continúa también para 2019 y 2020.
- ¿Son realistas los supuestos de PIB y cobre para 2018?
- Son proyecciones razonables. Obviamente uno puede diferir en algunas décimas, si el crecimiento va a ser de 2,5% o de 3%. Pero este mayor crecimiento no responde solo al mayor precio del cobre, sino también a las expectativas de los sectores no relacionados con el cobre. Entonces, es consistente con un crecimiento de 3% para el año que viene.
- ¿Y las expectativas de un déficit efectivo de 1,9% del PIB en 2018 parecen alcanzables?
- Es relevante, primero, la señal de que se busca reducir el déficit de 2,7% a 1,9%. Y en segundo lugar, si bien pueden ocurrir algunos factores que hagan que no se cumpla exactamente el 1,9%, se está avanzando hacia la consolidación fiscal, hacia la reducción del déficit, y eso es lo más relevante, la dirección hacia la que se quiere ir. Obviamente que mientras más rápido se haga esta consolidación mejor para Chile, sobre todo con el tema de la estabilización del nivel de deuda.
- ¿Entonces Chile está en un buen camino para recuperar su anterior calificación de crédito?
- En julio ajustamos la calificación de Chile por un deterioro que respondía a factores estructurales, como el menor crecimiento económico junto con un mayor nivel de deuda y reflejando también la vulnerabilidad externa de Chile. Eso no es algo que se revierta de un día para otro, pero hay que mirar hacia adelante, sobre todo porque el nivel de calificación de Chile es muy alto, el mejor entre los países de Latinoamérica.
¿Qué tiene que hacer Chile para volver al nivel anterior? Obviamente que la estabilización de la deuda y la consolidación fiscal son factores muy relevantes para nosotros y el otro factor es continuar con el proceso de diversificación económica para atenuar potenciales shocks externos de cambios bruscos en el precio del cobre.
En la medida que se avance en ese sendero se van creando condiciones para obtener una calificación en los mismos niveles que tenía antes.