“Somos la empresa más relevante de nuestro sector en Colombia y Perú. Y espero próximamente en Chile”. Esas fueron las palabras del gerente general de Credicorp Capital, Eduardo Montero, el pasado 24 de septiembre en la inauguración del Investor Conference que, por primera vez en la historia de la empresa peruana, cambiaba su sede desde Lima a Santiago de Chile.
El evento fue una señal, afirman cercanos a la firma, de que, esta vez sí que sí, Chile es la apuesta del grupo. Normalmente, los clientes nacionales viajaban a la capital peruana al evento, pero ahora fue el turno de colombianos y peruanos de llegar a Santiago. Entre los pasillos se vio, por ejemplo, a CFOs de Cementos Argos, Felipe Aristizábal; de Ferreycorp, Patricia Gastelumendi y de InRetail, Marcelo Ramos. También había representantes de empresas como Buenaventura, Ecopetrol, Banorte de México, Cibest y Argos. Y varios de los chilenos clientes de Credicorp: Ignacio Noguera de Nogaleda; Carolina Lyon, de AntarChile; Amalfi de los Cardone Solari; Liguria de los Cúneo; además del presidente ejecutivo de Sky Airline Holger Paulmann y de Sebastián Piñera Morel.
La historia del desembarco se remonta al 31 de julio de 2012, cuando anunciaron oficialmente la compra del 60% de IM Trust en US$ 112 millones. Cuando se hizo público ese negocio, todos en el mercado creyeron que el Banco de Crédito del Perú (BCP), la firma detrás de Credicorp ligada a la familia Romero -que además es la empresa más grande del vecino país y cotiza en Nueva York desde hace 30 años-, venía a dominar Sanhattan.
Sin embargo, 13 años después, la apuesta aún no despega y no están en el top 3 en ninguno de los negocios que tienen: asset management, gestión patrimonial y mercado de capitales. Según un ranking de Humphreys, Credicorp quedó en el noveno lugar de las 10 mayores administradoras de fondos del país. Mientras que su corredora no estuvo dentro de las más destacadas en 2024 en operaciones por el ranking de nuam, la bolsa interregional.
Ahora sería distinto y el nuevo CEO que asume en enero de 2026, Galantino Gallo, ya delineó que crecer en Santiago es prioridad número 1. Una de las apuestas es la licencia bancaria de Tenpo, que debería estar lista en los próximos meses. La otra forma de crecer es vía adquisiciones. Ya estuvieron en avanzadas conversaciones con Sartor para adquirir su negocio, lo que terminó en un estrepitoso divorcio y los tiene enfrentados en tribunales y arbitrajes. Esa mala experiencia de M&A no diluyó las ganas de crecer vía compra: desde Lima, donde se manejan los nuevos negocios, siguen mirando alternativas en Chile y pronto podría haber novedades. Hay varias conversaciones en camino, pero aún sin ofertas vinculantes, dicen en el mercado.
Un mercado difícil
En 2012, cuando BCP decidió formar una estructura regional de inversiones que bautizó como Credicorp Capital, abrió la billetera y compró a Correval en Colombia y a IM Trust en Chile. En ese momento, con Sebastián Piñera en La Moneda y Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño, un mercado financiero bullante con aperturas en bolsa constantes, el sueño de integrar las bolsas y potenciar la zona del Pacífico como mercado único, se veía auspicioso para el grupo peruano.
Pero el aterrizaje se complicó más de lo esperado. Primero porque borrar los vestigios de IM Trust no fue fácil. Hasta 2016, por ejemplo, cuando compraron el restante 40% de la propiedad, tenían a los socios chilenos forzados por contrato en la empresa actuando como ejecutivos o directores. O en cosas más simbólicas, por ejemplo, todavía usaban los correos con dominio IM Trust; mientras que las oficinas, ubicadas en Las Condes, tenían la misma estética que cuando eran capitales chilenos. Esto último cambió hace unas semanas, cuando aprovecharon el Investor Conference para estrenar la remodelación completa de las dependencias. “Ahora se siente Credicorp regional”, dice alguien que las conoció.
Hacer la integración hasta ser una sola empresa regional, con oficinas en Panamá y México además, costó mucho más tiempo y dinero del originalmente presupuestado. A eso hay que sumarle el estallido social en Chile, la pandemia y cambios estratégicos en el holding que nunca terminaron de cuajar del todo. En el mercado apuntan que Credicorp se movió lento desde que llegó y dio espacio a sus competidores para crecer. O a sus ejecutivos para irse y formar sus propios negocios.
El único de los socios de IM Trust que sigue en la empresa, como director, es Patricio Bustamante, el resto todos tomaron caminos diferentes, tal es el caso de nombres reconocidos como Tomás Müller, Pedro Donoso, Guillermo Tagle o Gonzalo van Wersch.
La lápida a IM Trust
Uno de los golpes más mediáticos de su cambio de foco vino en 2023, cuando después de una década intentándolo, decidieron cerrar su negocio de finanzas corporativas. El ruido en el mercado fue grande, porque IM Trust justamente era fuerte desde su creación en los ‘80 en fincorp. Eso hizo que buena parte de los ex socios y ejecutivos de esa área crearan su propia empresa: Link Capital, que hoy tiene como socios a Gonzalo Covarrubias, Fernando Edwards, Felipe Gazitúa, Cristián Letelier, Felipe Maul, Sergio Merino y Juan Pablo Altamirano. Todos y cada uno de ellos ex IM Trust/Credicorp Capital.
Esta boutique financiera ha ido tomando serio protagonismo en el último tiempo y fueron nombrados, por ejemplo, esta semana como evaluador independiente en la fusión de las cascadas de SQM, en representación de Norte Grande. También estuvieron en la fusión Bice-Security y en la última emisión de bonos de CMPC.
Otro de los destinos que tomaron ex finanzas corporativas fue LXG capital, una boutique peruana con operaciones en Chile y que cuenta entre sus nombres a Hugo Horta, ex country head de Credicorp y a Heinrich Lessau, ex encargado de finanzas corporativas de Credicorp.
Aunque fue una decisión nada fácil de tomar en Lima cerrar esa área de negocio, era necesario enfocarse en lo que mejor les resultaba. Y siempre explicaron que el cierre de finanzas corporativas no era una decisión que tomaran por un mal resultado en Chile, sino por una definición como grupo de enfocarse en el core. “Es algo que hicieron a pesar de Chile, no por Chile”, explica una persona al tanto.
Por eso, en Colombia sumaron una nueva compra en 2019 con Ultraserfinco, y en Chile, tras varios meses de negociaciones en 2023 y 2024 con Sartor, estaban a punto de cerrar un acuerdo de compra de propiedad. Sin embargo, fue durante el due diligence en Lima que Credicorp empezó a desconfiar de los números de la chilena y echó todo abajo. Aunque no sin antes demandarlos para que devolvieran lo que habían invertido sus clientes en Sartor y que los peruanos pagaron íntegro a sus clientes. Eso los tiene enfrentados y esta semana Sartor los acusó de aprovecharse de información reservada que tenían en el proceso de M&A para “armar” el caso Sartor.
“La intervención de la CMF encuentra su origen en una denuncia realizada por el grupo financiero peruano Credicorp. Fueron ellos quienes, tras un ejercicio de compra fallido dada la negativa de Sartor a una oferta hostil, avanzaron con una ofensiva sin precedentes en contra de la AGF, rompiendo cláusulas de confidencialidad y construyendo una historia para la autoridad lo suficientemente atractiva como para justificar medidas que han sido derechamente desproporcionadas y abusivas”, dice el reclamo de ilegalidad que presentó Sartor a la Corte de Apelaciones.
Contrario a lo que varios en el mercado creían, incluídos varios ex socios y ejecutivos de Credicorp consultados para este artículo, la firma peruana no echó pie atrás y sigue buscando oportunidades para crecer. Y dinero tienen: el año pasado, a pesar del golpe de Sartor, Credicorp en Perú reportó ganancias históricas por casi US$ 1.500 millones. A eso suman que en Chile están en un plan específico para duplicar el equipo de ejecutivos de segmento corporativo y banqueros en banca privada, que ya se ha aumentado en 40%.
No son las únicas apuestas del grupo BCP en el último tiempo. A través de Pacífico Salud compraron la participación que no controlaban a UHG, la dueña de Banmédica en Chile, de una aseguradora y red de clínicas en Perú.
Mientras que la otra gran apuesta que tiene a Chile como foco es Tenpo, que ya suma 2 millones de clientes y está en la tercera etapa para conseguir su licencia bancaria. Credicorp quiere ser la AGF y corredora de esos clientes, pero luego esperan integrar más al negocio y ofrecer a sus clientes servicios bancarios a través de Tenpo. Esta evolución es seguida de cerca desde Lima y Bogotá, porque podría ser la siguiente etapa del holding, ya que usaron a Chile como laboratorio para un banco digital, o neobanco, pero el modelo podría replicarse a toda la operación.
Otra vez, dicen las fuentes que conocen de la operación, esto demuestra que “hoy sí es el tiempo de Chile. Por fin”.