Fundada en 1966 por el francés Pierre Bellon, hoy Sodexo se ha convertido en una multinacional con presencia en 45 países, 423 mil trabajadores alrededor del mundo e ingresos anuales por casi $ 24 mil millones de euros. Y, aun así, el mercado chileno se abre paso como el quinto más importante para la compañía a nivel global.
Según explica su gerente general en Chile, Didier Santonja, entre 2018 y 2024 la empresa tuvo un crecimiento orgánico de un 150% en el país, pasando de facturar unos 300 millones de euros al año a unos 750 millones de euros (unos US$ 854 millones). Solo en este mercado, emplean unas 23 mil personas.
Cabe destacar que estos números corresponden exclusivamente al negocio de servicios alimentarios y de administración de instalaciones de empresas. El brazo de Beneficios e Incentivos de la multinacional -que está detrás de la antes denominada tarjeta Sodexo- pasó a llamarse Pluxee y funciona como una compañía paralela, totalmente independiente.
“Cuando uno habla de su propio país, tiene una tendencia a ver los problemas, pero cuando uno lo compara (con otras geografías), ve también las oportunidades que hay. Yo creo que Chile ha hecho un trabajo sólido”.
Sodexo, en tanto, opera casinos de empresas, además de servicios de limpieza, aseo y hasta de mantención de infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones, entre otros, con su área de integrated facility management (gestión integrada de instalaciones).
Con todo, esto implica que la francesa está altamente expuesta a cómo las demás compañías del país lidian con el momento económico, lo que determina sus posibilidades de crecimiento en Chile.
“Yo lo veo con optimismo”, sostiene Santonja, de nacionalidad francesa, pero que lleva casi 10 años en Chile, tras un paso de seis años por las operaciones de Sodexo en Argentina.
“Cuando uno habla de su propio país, tiene una tendencia a ver los problemas, pero cuando uno lo compara (con otras geografías), ve también las oportunidades que hay”, reflexiona.
“Yo creo que Chile ha hecho un trabajo sólido para construirse económicamente, que tiene un futuro y que hay lógicas de recursos naturales con inversiones ya anunciadas por actores tanto locales como internacionales, que son potentes. Y esas inversiones generan fuentes de trabajo, empleabilidad y transformación y eso lo veo como algo muy positivo”, opina.
“Oportunidades de mejora”
El ejecutivo, que se apresta a cumplir 24 años en la multinacional, sí admite que “hay oportunidades de mejora”.
US$ 50 millones podría llegar a invertir sodexo en su próximo plan.
Alude, por ejemplo, al tema de los permisos, que ha visto como un freno a diversos proyectos e inversiones. Asimismo, menciona que la evolución del marco laboral -con reformas como las 40 horas, aumentos en el sueldo mínimo, la Ley Karin y comenzar a anticiparse a la reforma previsional- puede ralentizar procesos, dado que las empresas tienen que adecuarse a las nuevas normas.
No obstante, respecto a esto último, sostiene que “es una constante” en muchas latitudes: “Lo veo como un proceso de evolución (...) Yo suelo decirle al grupo (Sodexo) que Chile no es más complejo ni menos complejo que cualquier otro país. Es distinto, tiene sus particularidades. Objetivamente, la sucesión de evoluciones en el marco legal y laboral ha sido fuerte y ha obligado a las compañías a implementar lógicas internas, hay una adaptación constante”.
Asimismo, agrega que hay un contexto internacional que es complejo, en muchas zonas del mundo, pero que deben “mirar el vaso medio lleno”.
Y en Chile, asegura, tienen motivo para ello, sobre todo a la luz de la reactivación de las inversiones mineras que se han ido anunciando en el último tiempo. “Ahí se ve una luz a la salida del túnel”, dice Santonja. “Entiendo que la permisología para nuestros clientes hace que no avancen determinados proyectos con la velocidad que se quisiera. Sin embargo, nos tenemos que posicionar, tenemos que proponer soluciones distintas, tenemos que acompañarlos en sus proyectos de transición también, porque se vienen inversiones importantes”.
Planes de la compañía
En cuanto a sus planes para Chile, el gerente plantea que el país ha servido como piloto mundial para algunas iniciativas de la firma. Por ejemplo, en Colina construyeron una planta de bases culinarias que hoy produce cerca de 1 millón de raciones por mes y que, ahora, a partir de la experiencia en el país, se comenzará a implementar en otros países con minería.
“La hemos pensado específicamente para el mundo minero y particularmente para la minería en Chile, porque efectivamente en lugares como Maricunga, Collahuasi o Escondida hay alturas importantes y tenemos que asegurar que estas bases tengan una vida de más de 30 días, eso ha sido diferenciador”, explica.
También estarán enfocando inversiones hacia la tecnología, en temas como la digitalización de procesos e incorporando inteligencia artificial en las operaciones. Con todo, Santonja estima que van a estar apostando por entre US$ 30 millones y US$ 50 millones en el próximo plan de inversiones. “Es un país que tiene una institucionalidad fuerte y sólida”, reitera.