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Bear Stearns pierde en horas 90% de su valor en bolsa

Hacia la media sesión, Bear Stearns continuaba la caída en picado y los papeles se cambiaban a US$ 3,7, frente a los US$ 30 a los que cerró el viernes.

Por: | Publicado: Lunes 17 de marzo de 2008 a las 16:40 hrs.
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El banco de inversión Bear Stearns perdió hoy, en tan sólo unas horas de cotización, casi el 90% de su valor en bolsa, después de que JP Morgan Chase acordara comprarlo por el irrisorio precio de dos dólares por acción.

Hacia la media sesión en la Bolsa de Nueva York, Bear Stearns, que suspendió la presentación de sus resultados del primer trimestre fiscal de 2008, prevista para hoy, continuaba la caída en picado con la que inició la semana y los papeles se cambiaban a US$ 3,7, frente a los US$ 30 a los que habían cerrado el viernes pasado.

Ese mismo día perdió el 47,37% de su valor bursátil, lo que supuso el desplome de una de las primeras víctimas de la crisis del mercado crediticio estadounidense, que en 2007 había perdido la mitad de su precio en Bolsa, al pasar de US$ 172 a US$ 76 por título.

Su descenso lideraba hoy los movimientos en Wall Street, donde el ánimo vendedor se extendía especialmente entre los valores del sector financiero, jaleado por esa compraventa y por la publicación de datos macroeconómicos que hacen cada vez más evidente la delicada salud de la economía estadounidense.

Con 85 años de historia, Bear Stearns fue la primera entidad en anunciar, a mediados del pasado julio, la liquidación de varios de sus fondos especulativos de inversión debido a la pérdida de valor de activos vinculados a hipotecas de alto riesgo (subprime).

A partir de entonces, se desató una crisis de liquidez debida a la multiplicación de complejos instrumentos financieros vinculados a ese tipo de deuda, que se extendió que al mercado crediticio internacional.

Los 236 millones de dólares que JP Morgan pagará por su rival -que el viernes valía en Bolsa US$ 3.540 millones - es un precio ínfimo para una compañía que consiguió sobrevivir a la Gran Depresión y las dos Guerras Mundiales, pero no a esta crisis.

El quinto mayor banco de inversión de EE.UU. se vende así por un ridículo precio que ha enervado a sus trabajadores -que tienen un tercio del capital y ya recibieron los primeros rumores de despidos- y a sus socios, entre ellos el grupo financiero chino CITIC.

El grupo chino, socio del español BBVA, reconoció hoy que no puede garantizar que vaya a cumplir la alianza estratégica pactada en octubre con Bear Stearns, según la prensa local.

Esa alianza establecía que CITIC invertiría más de 1.000 millones de dólares para aumentar su participación de 6% a 9,9% de Bear Sterns, mientras que la entidad estadounidense pasaría de 2,5% a 7,5% de la firma china.

En su acuerdo de compraventa, JP Morgan Chase asume con efecto inmediato todos los compromisos adquiridos por Bear Stearns, algo que cuenta con el beneplácito de la Reserva Federal.

Con el ánimo de evitar el hundimiento de Bear Stearns y un posible efecto dominó, la Reserva Federal se ha comprometido a aportar un máximo de US$ 30.000 millones para los activos de Bear Stearns que carecen de liquidez suficiente.

JP Morgan calcula que el grado de exposición de Bear Stearns a la deuda vinculada a créditos hipotecarios asciende a US$33.000 millones y, según la cadena de televisión CNBC, plantea despedir a la mitad de la plantilla, formada por 14.000 trabajadores.

"Los clientes de Bear Stearns y sus socios pueden sentirse seguros de que JP Morgan garantizará los riesgos asumidos por el banco de inversión. Damos la bienvenida a sus clientes, sus socios y empleados y estamos encantados de ser su aliado", dijo el consejero delegado de la segunda, Jamie Dimon, al anunciar el acuerdo.

Además, apuntó que esta transacción proporcionará valor a largo plazo a los accionistas de JP Morgan Chase, pues supone un riesgo "asumible", dentro de un "margen de error apropiado".

Por su parte, el presidente y director general de Bear Stearns, Alan Schwartz, apuntó que esta operación es "la mejor salida para todos teniendo en cuenta nuestra actual situación".

El pasado viernes, Schwartz, reconoció que la liquidez del banco se había deteriorado "de forma significativa", en buena parte debido, precisamente, a los propios rumores sobre la salud de los activos de la compañía, lo que propició el fuerte descenso de sus títulos.

Las dos partes trabajaron a contrarreloj para cerrar el acuerdo de compraventa antes de que abrieran hoy los mercados bursátiles asiáticos y evitar así que las turbulencias financieras de Bear Stearns arrastraran a otros bancos.

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