Países europeos critican gestión alemana en crisis Opel
Berlín se defendió asegurando que está buscando una salida que beneficie a toda la Unión Europea.
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El Gobierno alemán se defendió hoy de
las críticas de otros países europeos por cómo está gestionando la
negociación con General Motors y las autoridades estadounidenses
para salvar a la división europea del gigante automovilístico y dejó
claro que su iniciativa es "en beneficio de toda la UE".
A su llegada a la reunión urgente convocada en Bruselas para
analizar la situación en torno a Opel, la ministra sueca de
Industria, Maud Olofsson, afirmó que "no estoy siendo informada,
y muchos otros ministros tampoco".
Olofsson -en cuyo país General Motors controla la marca de coches
de alta gama Saab, ya declarada insolvente- recordó que todos los
países afectados por los problemas de Opel se comprometieron hace
varios meses a "mantenerse unidos, seguir las reglas del juego e
informarse" de cualquier medida o decisión.
"Eso no es lo que está ocurriendo ahora", subrayó la ministra
sueca, que insistió en reclamar información sobre las discusiones
que están teniendo lugar en Berlín y también una discusión entre los
Veintisiete en busca de "una buena solución para toda Europa".
También desde Bélgica -que también cuenta con una planta de
ensamblaje de vehículos de Opel en Amberes- piden "un enfoque
europeo" en vez de un planteamiento puramente nacionalista por parte
de Berlín.
La ministra flamenca de Economía, Patricia Ceysens, reconoció su
preocupación ante la posibilidad de que el Gobierno alemán llegue a
un acuerdo con General Motors que suponga ceder el control de todas
las plantas europeas a otra empresa.
Según Ceysens, el claro problema que tiene Opel de exceso de
capacidad debe resolverse desde una lógica industrial y económica y
en ningún caso nacionalista.
Por parte española, el ministro de Industria, Miguel Sebastián,
más moderado, afirmó que el Gobierno apoya a las autoridades
alemanas en su negociación para evitar el derrumbe de Opel, aunque
precisó que siempre que su objetivo sea una "solución europea basada
en la competitividad" para el fabricante.
Defensa alemana
El representante alemán en la reunión de Bruselas, el secretario
de Estado de Economía, se defendió de las críticas de sus socios e
insistió en que su país -donde Opel tiene cuatro fábricas- ha tomado
la iniciativa, "pero esa iniciativa es en beneficio de toda la UE".
Desde la Comisión Europea, el titular de Industria, el también
alemán Günter Verheugen, incidió en que el objetivo de la reunión de
hoy es que todos los países interesados en el futuro de Opel
dispongan de la misma información.
Por supuesto, señaló Verheugen, "pueden expresar sus puntos de
vista, sobre cómo resolver el problema", pero descartó que de esta
cita salga algún tipo de acuerdo.
Preguntado por las acusaciones de otros países sobre el interés
de Alemania en defender sólo los puestos de trabajo en su
territorio, el comisario lo consideró lógico: "todos quieren salvar
los empleos en su país".
La reunión de Bruselas tiene lugar mientras en Berlín se
complicaban las negociaciones a varias bandas sobre Opel, después de
la negativa de Fiat, uno de los inversores interesados en hacerse
con el fabricante, a acudir a un encuentro sobre las condiciones de
venta.