Presupuesto de Obama para atacar el déficit de EE.UU. no convence a los republicanos
El ala opositora dice que el presidente no ofrece una revisión de programas, como Medicare y Medicaid, que representan cerca de 40% del presupuesto.
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María Ignacia Alvear C.
El presidente Barack Obama envió ayer al Congreso un presupuesto de US$ 3,7 billones (millones de millones) que proyecta que el déficit federal sobrepasará la cifra de
US$ 1 billón por cuarto año consecutivo en 2012 antes de retroceder a niveles más sustentables para mediados de la década. Los republicanos ya han expresado que el plan es insuficiente para reducir la deuda federal.
El plan presupuestario del presidente reduciría los déficit federales en US$ 1,1 billón en diez años a través de recortes de gastos en áreas que van desde los subsidios de calefacción para los pobres hasta las subvenciones para aeropuertos y plantas de tratamientos de agua, y a través de aumento en la recaudación, con un incremento en los impuestos para las familias con más de
US$ 250.000 en ingresos anuales y el término de algunas excepciones fiscales para las compañías de carbón, petróleo y gas. De hecho, los cambios en los gravámenes a las empresas fueron el aspecto más destacado de la propuesta.
El déficit de EE.UU. para este año fiscal podría llegar a un récord de US$ 1,6 billón o 10,9% del PIB, por sobre los US$ 1,4 billón que la administración estimó antes. Para 2015 podría llegar descender a
US$ 607 mil millones o 3,2% del PIB.
Más recortes
Cerca del 66% de la reducción del déficit vendrá de los recortes. Cientos de programas serían rebajados bajo este presupuesto, para hacer espacio para incrementos en otros lados los próximos cinco años. Cerca de la mitad de los departamentos federales y las agencias verían sus presupuestos disminuidos desde los niveles de 2010, la última vez que las agencias tuvieron un presupuesto aprobado. Obama repitió su solicitud al Congreso de revisar el código tributario para las empresas para reducir tasas, simplificarlo y abolir “vacíos legales”. Sin embargo, el presupuesto no ofrece un plan específico. El director de presupuesto de la Casa Blanca, Jacob Lew, había comentado que el paquete podría negociarse después con el Congreso, si es que hay apoyo suficiente.
Batalla con la oposición
Para los republicanos, que controlan la Cámara, el presupuesto queda corto en la reducción de déficit que la comisión fiscal de Obama había propuesto en diciembre y tendría un impacto modesto en los
US$ 12 billones en déficit totales que la Oficina de Presupuestos del Congreso proyecta que el gobierno acumulará durante los próximos diez años.
Eso es fundamentalmente porque Obama no plantea una revisión del Medicare, Medicaid o de la Seguridad Social, los programas que representan cerca de 40% del presupuesto y son los principales conductores al déficit de largo plazo.
“Obama ha fracasado en resolver la amenaza fiscal y económica que está ante nosotros. Al considerar las advertencias de los economistas y las demandas de los estadounidenses, el presupuesto del presidente acelera el camino de nuestro país hacia la quiebra”, señaló en un comunicado el presidente del comité de presupuesto de la Cámara, Paul Ryan.