El dólar-peso caía este lunes gracias a un amplio apetito por divisas emergentes, a medida que Estados Unidos y China avanzan hacia un mayor diálogo comercial, y también los inversionistas miran atentos el comienzo de una importante reunión de política económica en Beijing.
La paridad local bajaba $ 6,3 a $ 951,8 -mínimos de la sesión- cerca del mediodía, después de una semana sin grandes variaciones de precio, pero con crecientes montos transados a un mes de las elecciones presidenciales y legislativas en Chile.
Casi todas las monedas emergentes se fortalecían en la actual sesión, mientras un indicador que compara al dólar con otras "monedas duras" no mostraba cambios relevantes. El cobre abandonaba su estabilidad de la mañana, para subir 0,7% a US$ 4,85 por libra en la Bolsa de Metales de Londres.
Listas y objetivos
La guerra comercial está dando signos de una mayor disposición al diálogo. Donald Trump enumeró una lista de asuntos clave que espera resolver para encauzar las negociaciones con China: comercio de tierras raras, tráfico de fentanilo y compras chinas de soya estadounidense. El mandatario admitió la semana pasada que los altos aranceles al país asiático "no son sostenibles", generando optimismo en los mercados.
También se supo que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, se reunirá más adelante esta semana con el viceprimer ministro chino, He Lifeng. Y todo indica que sigue en pie la reunión entre Trump y Xi Jinping al margen de la cumbre APEC a fin de mes.
Beijing también está viendo acontecimientos internos, ya que este lunes arrancó el Cuarto Pleno, una importante reunión del Comité Central del Partido Comunista para revisar los temas principales de su plan quinquenal número 15.
La cita se extenderá por cuatro días, y parte después de que China publicara hoy sus cifras de crecimiento del tercer trimestre: el PIB subió 4,8% interanual, una décima sobre las estimaciones de consenso.
En cuanto a los reportes mensuales de producción industrial y ventas minoristas de septiembre, la primera cifra superó los pronósticos, mientras que la segunda no trajo sorpresas. La nota gris vino, una vez más, por el lado del sector inmobiliario, cuyos indicadores resultaron ser aún más débiles de lo que se esperaba.
Por último, este viernes se publicarán en EEUU los precios al consumidor de septiembre. El reporte llega con este rezago excepcional, debido a que el cierre del gobierno federal -que ya acumula 20 días- impidió su publicación en la fecha originalmente prevista.