Ante la baja de las principales bolsas del mundo, los bonos de Estados Unidos nuevamente estuvieron entre los activos más demandados.
Así, la tasa de referencia de los papeles del Tesoro a 10 años descendió dos puntos base a 3,12%, siendo éste su nivel más bajo desde el 6 de diciembre del año pasado. Asimismo, los bunds alemanes llamaron la atención de aquellos que buscaban encontrar refugio ante la volatilidad, lo cual generó una baja de cuatro puntos base en los papeles germanos a 3,01%.
El oro, un clásico
Los inversores tampoco dejaron de lado al clásico de los activos de refugio y mucho más fuerte que cualquier otro metal precioso: el oro.
Es así como el precio del metal dorado cerró con un alza de 0,38% para quedar en US$ 1.508,5 la onza.
Ante un mercado cada vez más nervioso con los últimos acontecimientos y preocupaciones sobre la economía de la zona euro, los inversionistas se volcaron al metal ya que éste no está tan estrechamente ligado a la actividad industrial como otros bienes básicos.
Asimismo, el oro no necesita un mayor procesamiento a diferencia de la plata, que requiere de procedimientos industriales mayores.