La mayoría de los mercados del Viejo Continente no pudieron aguantar la presión de la alicaída situación de la banca española y pese a iniciar la jornadas con el impulso del optimismo por una salida para Grecia, terminaron la sesión en terreno negativo.
Pese a las caídas, que fueron más bien moderadas, la jornada se caracterizó por los bajos montos transados, en un día en que Wall Street permaneció cerrado por festivo.
El Ibex 35, que lideró las pérdidas europeas con un 2,17%, se vio arrastrado nuevamente por los papeles de Bankia. La firma encabezó los recortes con un desplome del 13,4%. El resto de los bancos hispanos cerraron sus transacciones con repliegues de entre 3% y 8%.
Sólo el FTSE 100 de Londres logró sacudirse las pérdidas, aunque cerró la seisión plano con un leve avance de 0.07%.