El selectivo de la Bolsa de Tokio ha remontado su desplome
en el último momento de la sesión aunque de poco le ha servido, ya que ha
cerrado con caídas del 2,5%. Las malas noticias llegadas desde Argentina
tomaron fuerza de la mano de un dato de exportaciones que ha sido muy por
debajo de lo esperado.
Y es que las exportaciones japonesas han crecido un 1,5%,
frente al aumento del 5,1% que esperaban los analistas. Otro de los datos
macroeconómicos que ha marcado la sesión ha sido el superávit comercial de
Japón, que bajó el 94,1%, hasta los 95.100 millones de yenes (US$ 973 millones),
en septiembre, frente al mismo mes del año anterior, según ha publicado el
Ministerio de Finanzas nipón.
El volumen de pérdidas que estaba cosechando el Nikkei ha
provocado la intervención del Banco de Japón (BOJ), que ejecutó una nueva
inyección de capital -tras cinco días sin mover ficha- de 600.000 millones de
yenes (6.157 millones de dólares) en el mercado monetario para dar cobertura a
los créditos a corto plazo del sistema bancario.
El Nikkei ha llegado a marcar pérdidas del 7% a media
sesión, que poco a poco han ido desvaneciéndose, sobre todo al conocerse que el
Gobierno de Estados Unidos sopesa una propuesta de invertir unos US$ 40.000
millones para impedir la ejecución de hipotecas, en el marco de una serie de
ideas que se estarían estudiando para atajar las causas de la crisis.
Los estruendosos números rojos cosechadas por el mercado
estadounidense tumbaron también al resto de indicadores bursátiles de Asia. El
índice regional MSCI Asia-Pacific se desplomó un 5,5%, hasta su nivel más bajo
desde octubre de 2004. En Hong Kong, el Hang Seng cedió un 4,75, hasta niveles
de abril de 2005.
El Kospi surcoreano se desplomó un 7,4% arrastrado por
diversas compañías como Samsung Electronics y Posco. Otro de los protagonistas
de la sesión en este país fue Hyundai Motor. La automovilística redujo un 38%
sus ganancias en el tercer trimestre, como consecuencia de la ralentización de
la demanda provocada por la debilitada situación económica, hasta los 264.700
millones de wones (194 millones de dólares). No obstante, el dato ha superado
las previsiones de los analistas y sus títulos han sumado un 1,2%.
Fortaleza del yen
En el mercado de divisas la divisa japonesa continuó dando
muestras de su fortaleza. El dólar marcó máximos de dos años frente al euro,
mientras que bajó a su nivel de siete meses frente al yen. El euro estableció
su cambio frente a la divisa nipona en los 123,4 yenes, su nivel más bajo desde
2002, mientras que el dólar cayó a mínimos de siete mese frente al yen, hasta
los 96,85 yenes.
Como siempre ocurre, una divisa fuerte debilita las
exportaciones y pasa factura a las principales compañías cuya fuente de
ingresos proviene fundamentalmente del exterior. Honda y Canon perdieron más
del 6%, en línea con los descensos de Sony, una vez que recortara sus
previsiones anuales de beneficio por debajo de lo esperado por el mercado.
Dentro del sector bancario destacó el batacazo de Mizuho
Financial. Se desplomó un 7,5%, aunque llegó a hundirse más del 12%, después de
que un diario publicara que el segundo mayor banco japonés podría retrasar sus
planes de recomprar acciones propias. De ese modo podría afrontar de forma más
holgada el descenso de sus ganancias en un entorno crediticio desfavorable.
El mayor banco nipón, Mitsubishi UFJ Financial Group, saldó
la sesión con descensos del 3,8% y Sumitomo Mitsui Financial Group un 4,2%
abajo. En el lado contrario brilló KDDI tras anunciar un incremento de sus
ganancias del 27% en el trimestre que superó lo esperado. Sus títulos
reaccionaron con subidas del 6,3%.