Los crecientes temores a una recesión mundial volvieron a
generar pánico entre los inversionistas. Debido a eso y a los decepcionantes resultados
de empresas las bolsas estadounidenses sufrieron nuevamente un fuerte derrumbe
que, de paso, arrastró a la mayoría de los mercados del mundo.
Al término de las operaciones, el indicador Dow Jones perdió
5,69% (514,45 puntos) que lo arrastró hasta las 8.519,21 unidades. El S&P
500, indicador que mide la evolución de las mayores 500 empresas de Estados
Unidos, sufrió una caída de 6,10% que lo dejó por debajo de la barrera de los
900 puntos (896,78).
El Nasdaq que mide la evolución de las acciones de tecnología
e Internet, cerró con un retroceso de 4,77% hasta los 1.615 puntos.