El CEO de Apple, Tim Cook, renunció a cobrar un dividendo especial que la empresa ofrece a todos los empleados y ejecutivos que tengan acciones restringidas, una decisión por la que dejará de cobrar unos US$ 75 millones en los próximos diez años.
Así lo comunicó hoy Apple al regulador estadounidense (la SEC) en el que detalla que Cook renuncia a recibir un dividendo trimestral de US$ 2,65 por cada unidad correspondiente a sus 1,12 millones de acciones restringidas incluidas en su paquete salarial.
El máximo ejecutivo de Apple negoció, antes de ocupar el cargo tras la muerte de Steve Jobs, en octubre pasado, una bonificación de poco más un millón de acciones restringidas (que están condicionados a su permanencia en la empresa al menos una década), valoradas en más de US$ 375 millones.
El gigante tecnológico de Cupertino (California, EE.UU.) anunció a mediados de marzo un plan para repartir dividendos entre sus accionistas, que empezará a distribuir a partir del 1 de julio a razón de US$ 2,65 por título, y para recompra de acciones a lo largo de tres años por US$ 45.000 millones.
Apple, que se ha convertido en la empresa más valiosa del mundo, detalló entonces que autorizó el reparto de dividendos tras las discusiones internas de la cúpula directiva de la empresa fundada por Jobs sobre cómo proceder con los US$ 97.600 millones en saldo en efectivo y en valores negociables que tiene.
Con US$ 378 millones, Tim Cook se convirtió el año pasado en el consejero delegado mejor pagado de Estados Unidos, aunque la inmensa mayoría de su paquete salarial negociado en agosto pasado corresponde a las acciones restringidas, activos de los que la mitad no puede venderlos antes de 2016 y el resto antes de 2021.