Nicolás Vergara: “Este es un país que tiene cambios de opinión demasiado fuertes”
Partió en 1995 con la conducción de Hablemos en Off y no se movió más de allí. En esta entrevista cuenta los inicios de este programa radial, su sello, los desafíos actuales. También habla del Chile que ha visto a lo largo de estas tres décadas y qué ve hoy. Inevitablemente, en esta conversación, termina mirándose a sí mismo.
Por: Patricio De la Paz
Publicado: Sábado 8 de noviembre de 2025 a las 21:00 hrs.
Noticias destacadas
Nicolás Vergara (64) recuerda perfecto la primera emisión de Hablemos en Off, programa que acaba de celebrar sus 30 años al aire. Fue el viernes 27 de octubre de 1995, el mismo día que debutó la radio que lo alojaba: Duna. A las 8 de la mañana de ese viernes, en los estudios ubicados entonces en la calle Doctor Torres Boonen, en Providencia, se sentó frente al micrófono, saludó a la audiencia y comenzó a hablar de actualidad. Lo hizo solo, como conductor único. Ello se mantendría así durante seis años, dice, hasta que entró a acompañarlo Mauricio Hofmann. Luego desfilarían distintos nombres, hasta conformarse el trío que hoy encabeza el espacio: además de Vergara, están Matías del Río y Mónica Pérez, quien llegó recién en octubre como reemplazo de Consuelo Saavedra.
“Ese primer día, como las tandas (comerciales) eran muy cortas, hablé prácticamente una hora. Al principio teníamos el problema de que los equipos que se habían comprado con la radio no funcionaban, entonces no podíamos hacer entrevistas, salvo que el entrevistado fuera al estudio, que en esa época era poco frecuente. Al mes tuvimos un híbrido que era un sistema en que podías hacer entrevistas con llamadas telefónicas”, cuenta Vergara. “Eso, sumado a que después le empezó a ir bien al programa y las tandas se alargaron, hizo que yo hablara un poco menos”.
- ¿Cuál fue el propósito cuando partieron Hablemos en Off?
- La gracia de la Duna es que fue súper disruptiva. En esa época lo que había en FM en programas noticiosos era que entre las 8 y 9 am había un señor que leía cables y un locutor. Sin entrevistas, salvo Cooperativa. Yo, en cambio, tenía en la cabeza radios inglesas y sobre todo argentinas. La gente buscaba alguien que le hablara. Habíamos tenido una conversación previa con Felipe Lamarca (uno de los dueños entonces): él me había dicho que la gente necesitaba opinión, y yo le respondí que no, que lo que a gente necesitaba era formarse opinión, ya sea porque estuviera de acuerdo o en contra de lo que escuchaba en la radio después de la descripción de los hechos y la opinión del conductor. O sea, una opinión por adhesión o por contradicción. Ese fue el gran logro nuestro.
- Además del nombre mismo del programa…
- Claro, la idea de hablar de cosas que en esa época los diarios no publicaban, porque todavía había mucha timidez. Originalmente era así: nosotros les vamos a contar lo que no está en ninguna otra parte. Después ya no, porque apareció mucha competencia.
"La idea era hablar de cosas que en esa época los diarios no publicaban, porque todavía había mucha timidez. Originalmente era así: nosotros les vamos a contar lo que no está en ninguna otra parte. Después ya no, porque apareció mucha competencia".
- ¿Hay algo que 30 años después aún les quede pendiente?
- Creo que pendientes no hay. Lo que uno podría pensar es que hay una disminución en la velocidad de evolución. El programa empezó con una persona, sin entrevista y mira lo que es hoy: tres personas, entrevistas, panelistas, columnistas, etc. Tuvimos una velocidad de evolución muy rápida, fuimos súper innovadores, hubo siempre un motor muy fuerte que fue Anita Holuigue (otra de las dueñas). Después cambió la propiedad y se la vendieron al Grupo Saieh (en 2005). Cuando tú entras en la máquina de un conglomerado periodístico más grande, en que las decisiones no dependen de una sola persona y con limitaciones presupuestarias que antes no existían, esta capacidad de evolucionar, de innovar, es lo que lo que uno echa de menos. Además nos salió mucha competencia, haciendo lo mismo que nosotros hacíamos. Entonces a nosotros nos faltó, nos falta, la segunda puntada, pero estamos en eso.
- Cada cierto tiempo hay rumores de que se vende Duna…
- Yo entiendo que el grupo propietario de la radio no tiene ninguna intención de venderla, y tengo la impresión que nunca ha tenido esa intención. A la radio siempre le ha ido muy bien económicamente, aunque es una unidad de negocio muy chica. Pero yo no creo que el grupo tenga la intención de deshacerse de la radio. Aunque uno puede encontrarse con la sorpresa.
El país
- Desde el programa, has sido un testigo privilegiado de Chile en estos 30 años. ¿Cómo definirías al país que ha pasado frente a ti en este tiempo?
- Chuta, es súper jodido hacer una definición precisa... A ver, diría que pasamos del país de la escasez en 1995 al país de la abundancia 15 años después y luego al país de la desesperanza, básicamente porque en algún minuto nos compramos la convicción de que éramos injustos y desiguales.
- Tres décadas es harto tiempo: han pasado siete presidencias, un terremoto 8.8, desborde de migrantes, un estallido social, una pandemia, dos procesos constitucionales…
- Y no te olvides de las Torres Gemelas, que yo diría fue el gran cambio, el primer evento con características de conflicto mundial transmitido en vivo y en directo… Pero sí, es mucho tiempo. Nosotros empezamos con Eduardo Frei Presidente, después nos tocó Ricardo Lagos, que se decía sería era el fin de la democracia, el primer Presidente socialista después de Salvador Allende. Y de ahí, de que se acababa el país, saltamos a que los empresarios amaban a Lagos. Su continuidad lógica era Soledad Alvear, sin embargo siguió una segunda Presidenta socialista y además mujer. Ha cambiado mucho este país. La aparición de medios, de las redes sociales que permiten la irrupción de personajes como ME-O, el Frente Amplio...

- ¿Recuerdas capítulos del programa especialmente difíciles?
- Siempre hubo programas tensos, sobre todo en las campañas presidenciales. Programas en los que tú estabas haciendo la entrevista y te das cuenta cómo la persona se estaba equivocando y cavando su tumba. Para qué vamos a dar nombres…
- ¿Y qué hacías tú: tirabas un salvavidas o dejabas que llegara al fondo?
- Yo nunca he sido un ave de rapiña. Nosotros no tenemos el modelo de entrevista agresiva. Pero sí dejaba que concluyera la idea, no lo iba a interrumpir. Recientemente están errores como los del ministro Grau respecto a la inflación, todo eso fue en Hablemos en Off.
- Hablábamos del país que has visto en el tiempo. ¿Cómo lo ves ahora?
- Un país que tiene cambios de opinión demasiado fuertes. Somos un país un poquito nuevo rico, que hizo todo tan bien que se creyó el cuento.
- ¿Se mareó este país?
- Creo que se mareó en dos dimensiones: los que pensaron que no había nada que hacer y los que pensaron que estaba todo malo. Estos últimos son los hijos de la abundancia, gente de menos de 50 años que piensa que aquí se hizo todo mal, que esto fue una traición, etc, Y la gente de más de 50 dice que es lo que podíamos hacer en ese momento. Entonces lo miro como un país súper quebrado en términos de los que vivieron el país pobre, que saben lo que ha costado llegar a esto, y los que vivieron el país de la abundancia y para quienes esto es el desde. Se ve muy claramente en quienes nos gobiernan. Por ejemplo, revolean la dictadura como un arma arrojadiza, que no vivieron y no conocieron. Mi gran problema con la generación del Frente Amplio, y que un poco también se da en la extrema derecha, es esto de pensar que los problemas complejos tienen soluciones simples que nadie había visto.
"Mi gran problema con la generación del Frente Amplio, y que un poco también se da en la extrema derecha, es esto de pensar que los problemas complejos tienen soluciones simples que nadie había visto".
La persona
- ¿En qué momento personal te pillan a ti estos 30 años de tu programa?
- Al borde de la jubilación.
- ¿En serio?
- No, no, no (se ríe). Mi papá era abogado y trabajó hasta los 94 años. Dejó de trabajar el 31 de diciembre del 2021 y se murió el 10 de enero del 2022.
- En abril del año pasado murió tu esposa, Alejandra. ¿Ha sido un duelo muy duro?, ¿cómo llevas su ausencia?
- Sí, un duelo muy duro. Cuando has pasado 39 años con una persona, es muy difícil. Tengo seis hijos que son un gran apoyo. Estoy en un momento de replantearme muchas cosas. Pero también es un momento en el cual, profesionalmente, uno piensa que la forma de mantenerse vivo es trabajando. La Alejandra estuvo enferma un año…
- Igual uno nunca está preparado para afrontar esa pérdida…
- Jamás. Yo tengo toda la experiencia al respecto. Mi mamá murió de un día para otro, sin ningún aviso, siendo muy joven, y fue un golpe impresionante. Mi papá murió con algún grado de aviso, pero ya con 94 años, y fue un golpe impresionante. La Alejandra tuvo una evolución de la enfermedad muy rápida. El médico que nos vio en Estados Unidos dijo que lo que había visto en Alejandra en nueve meses él lo veía habitualmente nueve años. Fue todo muy rápido.
"La Alejandra (su mujer, fallecida en 2024) tuvo una evolución de la enfermedad muy rápida. El médico que nos vio en Estados Unidos dijo que lo que había visto en Alejandra en nueve meses él lo veía habitualmente nueve años. Fue todo muy rápido".
Vergara hace una pausa. Y continúa: “Entonces, no hay forma de prepararse… Yo soy un gallo de fe, pero esto igual es muy duro. Porque además te llega en el minuto en el cual tú pensabas que ibas a tener la tranquilidad económica, profesional, para hacer más cosas y te encuentras con esto. Fácil no ha sido, pero no te puedo decir mucho más que eso porque tampoco es algo que esté muy evolucionado”.
- ¿Es posible superar ese dolor, o lo real es integrarlo de alguna manera a la vida?
- Es que uno no quiere superarlo… De hecho, la gente te dice “No, si esto se te va a pasar”; y yo no quiero que se me pase. No quiero no acordarme todos los días. Hay que aprender a entender que uno tiene que vivir con eso. Y claro, uno se rebela, pero después te das cuenta de que es inevitable. Y, por otro lado, te das cuenta que la vida continúa. Es un proceso, un día estás bien, un día estás mal.
- Uno de tus hijos tiene una cuenta en Instagram donde sale a preguntarle a la gente cuáles son sus buenas noticias ese día, concretas, pequeñas felicidades. Haber despertado, que la familia esté sana… ¿Cuáles serían tus buenas noticias hoy?
- Que trabajo con un grupo de gente que me desafía y que me dan ganas de ir a trabajar. Que sigo vivo. Que estoy más o menos sano. Que a mi hijo le vaya bien en este Instagram. Que va a nacer una nieta.
El futuro
- ¿En qué etapa está hoy Hablemos en Off?
- Estamos en un buen momento, aunque creo que en una etapa de ajuste. Nos estamos redefiniendo, estamos evolucionando.
- ¿Hacia dónde?
- Estos son procesos evolutivos en que uno le pone voluntad y el objetivo lo vas encontrando en el camino. La Duna ha sido eso. No se planteó que iba a modificar la FM, sino que empezamos a hacer las cosas de una determinada manera, nos empezó a ir bien y hubo gente que nos empezó a copiar o hacer cosas similares o a reinterpretar lo que nosotros hacíamos. Los medios se hacen al andar.
- Se hace camino al andar, como canta Serrat…
- El gran Serrat, a quien yo cito mucho. Uso mucho la frase: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Matías (del Río) también es muy admirador de Serrat.
- Has estado en televisión, en radio, has sido columnista, entrevistador, tienes una consultora. ¿Qué te falta por hacer profesionalmente?
- Si tuviera disciplina, volvería a escribir columnas. Creo que hoy el gran periodismo en Chile se está haciendo en las columnas. Podría ser una opción. Y lo otro, aunque no sé si me va a alcanzar el tiempo y el ánimo, es explorar algún tipo de canal digital mío, algo en streaming.
"Creo que hoy el gran periodismo en Chile se está haciendo en las columnas. Podría ser una opción. Y lo otro, aunque no sé si me va a alcanzar el tiempo y el ánimo, es explorar algún tipo de canal digital mío".
- Hablemos en Off, ¿es hoy el mejor programa de análisis de actualidad en la mañana?
- No escucho otros programas por razones obvias (está al aire en ese horario). Pero creo que en la categoría seguimos siendo bien únicos.
- ¿Qué los hace únicos?
- Esta mezcla de opinión con información. Y que es una opinión desembozada, evidente. En Tele13 Radio, por ejemplo, todavía están más parados en la lógica periodística 100%. A mí me encanta el formato columna hoy día. Ascanio Cavallo, que escribe con mucha información y con mucha opinión; o el caso de Carlos Peña, que es un rayón distinto, pero más o menos lo mismo. Nosotros hacemos un poco eso en el programa. Entregamos la información, la contextualizamos y opinamos sobre ella. En eso seguimos siendo bien únicos.
- Lo que no es poco en mañanas radiales muy cargadas a las noticias…
- Y donde todos lo hacen muy bien, con muy buena gente, que casi toda ha pasado por Duna. Salvo Iván Valenzuela, que es la gran voz de la radio en Chile. Ahí tengo un pendiente: me habría gustado alguna vez en la vida trabajar con Iván.
Libros, dibujos, autos
Vergara se reconoce un buen lector. Sobre todo en los veranos. En el del 2025, cuenta que leyó: Los genios, de Jaime Bayly, “que es sobre la pelea entre García Márquez y Vargas Llosa”; Las palabras justas, de Milena Busquets, “un libro notable, de una autora que es tremenda”; Correspondencia privada, de Esther Tusquets, “que es la madre de Milena, y escribe este libro que es terrible”, Invisible, de Paul Auster; El proyecto Chile, de Sebastián Edwards; y dos libros del italiano Niccolò Ammaniti: La vida íntima y Tú y yo, “ambos geniales”.
“Ahora estoy leyendo un libro que se llama A spy among friends, que es la historia de Kim Philby. Me tiene muy, muy atrapado”, señala.
Vergara dibuja. Es famoso porque lo hace en servilletas y papeles mientras está al aire en Hablemos en Off. Muestra fotos de algunos de esos dibujos que guarda en el celular. Son modulares, como máquinas ensambladas con pequeñas y perfectas piezas. “Son dibujos que se pierden… En alguna época la Consuelo Saavedra los guardaba”, cuenta. “Yo estudié Arte algunos años, en la Chile. No terminé, soy un tipo muy inconstante”, agrega. En su casa, con más tiempo y calma, pinta con acrílico.
Otro de sus gustos son los autos. “Aunque hay que precisar: me gustan las carreras de autos y los autos de carrera. Yo de joven corrí mucho en auto, de repente todavía lo hago. Tengo un par de autos clásicos, y tengo la suerte de que mis hijos se han entusiasmado con el tema”. Busca de nuevo fotos en su celular. Muestra una en que él y uno de sus hijos van conduciendo un Alfa Romeo. En otra imagen se ven sus hijas en otro vehículo. “Todo esto es un mundo que me despeja completamente”.
Te recomendamos
ARTICULOS RELACIONADOS
LO MÁS LEÍDO
Newsletters
BRANDED CONTENT
En Perfeccionistas entrevistamos a un deportista chileno que quiere llegar tan alto como sus saltos
Mauricio Molina nos cuenta de su pasión por el BMX y cómo se convirtió en el primer chileno en competir en esta disciplina en unos Juegos Olímpicos y ser parte del selecto grupo de los 25 mejores del mundo.
En Perfeccionistas entrevistamos a un deportista chileno que quiere llegar tan alto como sus saltos
Mauricio Molina nos cuenta de su pasión por el BMX y cómo se convirtió en el primer chileno en competir en esta disciplina en unos Juegos Olímpicos y ser parte del selecto grupo de los 25 mejores del mundo.
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok