Aunque el grueso de su discurso en el foro empresarial Icare no fue el caso Penta, el senador UDI Hernán Larraín hizo un paréntesis para referirse a lo que denominó "una crisis profunda y seria de la política, pero también de nosotros (la UDI), por las personas que han estado comprometidas en esta situación". Tras ese análisis, fue más optimista y aseguró que "levantaremos a la UDI desde las cenizas, porque Chile lo necesita".
Además prometió que la derecha "construirá una nueva coalición que no guarda relación con la antigua", como respuesta a la dura autocrítica manifestada algunos segundos antes en su intervención: "En el año 2014 la oposición no existió, y estamos conscientes".
Donde sí estuvo el foco de la exposición del senador, fue en los cuestionamientos que hizo a la gestión de la presidenta Michelle Bachelet. "Nadie puede decir que el 2014 fue un buen año para Chile", dijo, señalando que la polémica metáfora de la retroexcavadora yace en el inconsciente de la Nueva Mayoría, y que se refleja en su intención de "refundar el modelo que nos inspira (...) con un afán de olvidarse de que fueron Concertación" y que contribuyeron a construir el sistema actual.
Así, hizo referencia al compromiso de Bachelet de modificar la Carta Fundamental: "Esta idea de la nueva Constitución, ¿a qué se debe? No tiene justificación alguna. Lo que necesitamos es certeza jurídica. Guardemos la retroexcavadora en el baúl de los recuerdos", puntualizó.
Lagos Weber
Después del discurso de Larraín, subió al podio el senador PPD Ricardo Lagos Weber, quien expuso una visión que contrastó fuertemente con las críticas al gobierno que el UDI había manifestado. "Mi percepción es que el malestar que existe hoy en Chile tiene que ver con un cansancio de un modelo de desarrollo que tiene serios déficits", comentó.
En ese sentido, el legislador lee la crisis que vive hoy el país como una tercera ola de descontento. La primera habría llegado con las movilizaciones de 2006, luego volvió con mayor fuerza en 2011. Y como consecuencia de una falta de respuestas reales a las quejas manifestadas, es que, en una tercera marea "ahora somos todos Penta, somos todos Caval. Entonces hay que atinar, hay que tomar decisiones, debemos dejar de mirar nuestros intereses particulares", manifestó.
Así, respecto de la urgencia que existe frente a regular la relación entre la política y los negocios, señaló que "hay muchas propuestas sobre la mesa, yo quisiera ver aún más fuerza en esas propuestas".
Lagos Weber finalizó su intervención afirmando que "si hay que terminar con el financiamiento actual (a las campañas políticas), lo termino, si hay que bajar la dieta parlamentaria, se rebaja, si hay que congelar las asignaciones, se congelan. Lo que no quiero es que caigamos en un populismo del que después nos vamos a arrepentir".