El verano definitivamente pareciera haber traído nuevos aires a la economía del país. Similar a lo ocurrido en diciembre, durante el primer mes de este año el Índice de Confianza Empresarial (ICE) sólo se movió en términos marginales para seguir dando cuenta de un leve pesimismo en el mundo local de los negocios al pasar de -8,4 puntos a -13,7 puntos.
De paso, la medición que realiza el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Universidad del Desarrollo, en conjunto con Diario Financiero, confirmó la tendencia a estabilizarse que presenta el promedio móvil trimestral del ICE hace ya cuatro meses y se condice con las cifras de actividad en noviembre y diciembre (1,3% y 2,9% en cada caso), que son mejores en comparación a los niveles observados en julio y agosto (0,8% y 0,3%, respectivamente).
Sintomático es que la mayoría de los sectores productivos que considera el ICE mantuvieron en enero su nivel de confianza. La excepción fue industria, que pasó de un nivel levemente pesimista a uno pesimista.
El ICE de las áreas construcción, financiero y minería varió levemente y la confianza empresarial permaneció en un nivel neutral. En agricultura, el ICE también tuvo un cambio marginal y también calificó su estado de ánimo como neutral.
De todas formas, comparado con la situación de enero de 2014 el saldo es en contra. En doce meses, el ICE acusa una baja de 11 puntos, lo que ha implicado que la confianza haya mutado desde un nivel neutral a uno levemente pesimista.
Lo anterior, por lo demás, muy coherente con el contexto de desaceleración económica que ha atravesado el país tras años de crecimiento del orden de 5%.
Las percepciones detrás de los descensos
En el caso de la industria, enero significó el segundo mes consecutivo en que sector protagoniza la mayor disminución en términos de confianza empresarial.
De acuerdo a la medición, el recrudecimiento del pesimismo se dio en un escenario donde se vieron golpeadas las proyecciones de la producción futura de la compañía (-76,2 puntos), la situación económica global del país (-74,4 puntos) y la inversión en maquinaria, equipo e infraestructura (-52,4 puntos).
La percepción del nivel de inventario fue también extraordinariamente pesimista (-25,3 puntos).
Como contraparte, la proyección de la capacidad de producción de la compañía avanzó de un nivel extraordinariamente pesimista a uno neutral y la proyección de la demanda internacional de un nivel moderadamente pesimista a uno neutral.
En el ámbito del comercio, cuyo ICE pasó de pesimista a muy pesimista, la medición develó distintas percepciones. Las proyecciones que más aumentaron fueron la demanda nacional (+37,9 puntos) e inventarios (+37,6 puntos), que avanzaron de un nivel extraordinariamente pesimista a uno levemente pesimista, y la producción en la compañía (38,9 puntos), de pesimista a levemente pesimista.
Por otro lado, las expectativas de la demanda internacional, la evolución de la producción, el precio de venta y de insumos y el número de trabajadores disminuyeron en torno a -35 puntos cada una de ellas, mostrando un importante retroceso en la confianza.
Empresas grandes, más pesimistas
Un comportamiento dispar tuvo el Índice de Confianza Empresarial (ICE) en función del tamaño de las empresas.
Así, según la medición de la UDD/CEEN-DF, en las grandes el ICE disminuyó significativamente (-15,9 puntos), lo que implicó transitar de un nivel muy pesimista a uno extraordinariamente pesimista (-51,6 puntos).
En este segmento, el resultado obedeció a que las principales percepciones fueron negativas, destacando especialmente las relativas a la demanda nacional, situación económica e inventarios, que se situaron en un ámbito muy pesimista.
En las compañías medianas, en cambio, el ICE aumentó levemente (+4,2 puntos), con lo que tanto la confianza empresarial, como las principales percepciones, se mantuvieron en un nivel neutral, al igual que en los meses anteriores.
En el caso del ICE de las firmas pequeñas también se observó un aumento marginal (+4,4 puntos), con lo que la confianza empresarial, así como las principales percepciones, se mantuvieron en un nivel neutral.
Economía, trabajadores e insumos
A nivel general, la percepción de los empresarios sobre la proyección del número de trabajadores retrocedió en forma moderada en el mes (-9,4 puntos) y disminuyó desde un nivel neutral a uno levemente pesimista. La mayor variación en este tema se observó en la agricultura (-34,4 puntos) y comercio (-35,2 puntos), siendo muy pesimista y extraordinariamente pesimista, respectivamente. El mejor ánimo se observó en la minería, con un optimismo leve. En los demás sectores la percepción se mantuvo neutral.
En lo relativo a la situación de la economía para los próximos tres meses, las expectativas registraron la baja más acentuada (-17,6 puntos), pasando de levemente pesimista a pesimista. Los mayores incrementos en esta percepción fueron en los ámbitos agrícola (+11,3 puntos) y minería (+6 puntos), siendo levemente pesimista y neutral, respectivamente. La mayor caída ocurrió en la industria (-74,4 puntos), reflejando un nivel de confianza extraordinariamente pesimista. El resto de los sectores se mantuvieron en un nivel neutral.
La percepción de los empresarios sobre la situación de la oferta y demanda nacional se mantuvo, debido a una fuerte caída de la percepción en el sector de industria (-25,3 puntos) y quedando en un nivel de pesimismo extraordinario. Esto fue contrarrestado por el alza en comercio (+39,7 puntos), quedando en un nivel muy pesimista. Los demás sectores tuvieron una variación prácticamente nula y se mantuvieron neutrales.
En enero, la proyección de la situación del negocio para los próximos tres meses prácticamente no varió (+1,2 puntos), manteniéndose en un nivel neutral. La excepción fue comercio, que se situó en un nivel pesimista.
La percepción del precio de los insumos disminuyó significativamente (-17,5 puntos), pasando de un nivel de confianza levemente optimista a uno levemente pesimista.