Desde 1998, Rodrigo Valdés ha hecho del running una pieza infaltable de su rutina diaria. El trote matutino lo acompañó en su primera etapa en Hacienda a comienzos de la década pasada, y lo siguió a sus otras intensas tareas en el Banco Central, Barclays, el FMI, BTG Pactual y hasta en BancoEstado, donde asumió en marzo de 2014. Después del 11 de mayo, no obstante, la situación empezó a cambiar.
En aquella jornada, este economista doctorado en el MIT se convirtió en el nuevo ministro de Hacienda de la presidenta Bachelet, en reemplazo de Alberto Arenas, el primer titular de las finanzas públicas en ser removido del cargo desde el regreso de la democracia.
Desde entonces, su agenda le ha dejado poco espacio para sus 10 kilómetros diarios. "Aunque siempre se hace un tiempo para despejarse en el running, sobre todo los fines de semana. Es inevitable porque lo relaja mucho", comentan en Teatinos 120.
Justamente la serenidad del deporte es algo que necesita el ministro, hoy inmerso en una larga y extenuante carrera a un mes de asumir el control de la billetera fiscal, cuya jornada laboral se extiende inclusive por 12 horas: de 8 de la mañana a pasadas las 8 de la noche en el mejor de los casos.
El principal mensaje que ha transmitido a sus colaboradores y funcionarios del ministerio es que con su llegada comienza una "nueva etapa", marcada por "nuevas prioridades" muy "claras y marcadas": recuperar el crecimiento y las confianzas, pero apegándose "irrestrictamente" al programa de gobierno.
"Arenas tenía un rol claro como ministro: aprobar la reforma tributaria y cumplir el programa. Con la llegada de Valdés, ahora el foco debe ser retomar mejores tasas de crecimiente y evitar que las expectativas sigan deteriorándose", señala un conocedor del día a día del piso 12 del ministerio.
Y justamente una de las primeras medidas del secretario de Estado para comenzar a generar un cambio de rumbo en la actividad ha sido sincerar la situación fiscal, uno de los temas que más inquietud le genera.
Por lo mismo, si bien gran parte de la agenda y las prioridades de Arenas se mantienen -hasta ahora- con Valdés, como los proyectos que componen la agenda de probidad (ADP y Comisión de Valores, entre otros), el nuevo titular de Hacienda sí desechó rápidamente una idea que en abril comenzó tímidamente a plantear el ex director de Presupuestos: ampliar el estímulo fiscal para 2016.
Ya en la cuenta pública del 21 de mayo en Valparaíso, Valdés daba sus primeras señales: el gasto público "ya hizo su trabajo" y lo que corresponde ahora es que el sector privado "retome" las inversiones.
"El posible deterioro de las cuentas fiscales es un tema central para Rodrigo", explica una fuente cercana al ministro.
Agrega que por su formación macro y su experiencia a nivel internacional, tener las cuentas bajo control es algo que le quita el sueño. "No hay que olvidar que en Barclays estuvo en plena crisis financiera y en el FMI estuvo en el Departamento Europeo, que analizaba la situación de varios países casi en quiebra", dice junto con recalcar que la posibilidad de que el déficit efectivo este año se sitúe sobre el 3% del PIB y que el balance estructural no se alcance a 2018 son dos temores que han llevado al ministro a "cerrar la llave" del estímulo fiscal y "pasarle la pelota" de la inversión a los privados.
Cambios en el equipo
Quienes conocen al economista de la Universidad de Chile señalan que no es muy dado a instalar "nombres propios" en los lugares en los que ha trabajado, que no es de "arrasar" con los equipos ya instalados, sino que más bien busca "consolidar" los grupos y "apoyarse" en quienes conocen más el día a día -en este caso- del ministerio.
Por lo mismo, a su llegada no perdió tiempo en ratificar a dos asesores clave: la coordinadora de Finanzas Internacionales y Mercado de Capitales, Bernardita Piedrabuena, y al coordinador macroeconómico, Claudio Soto.
El resto del staff que trabajó con Arenas se mantuvo en evaluación y sólo hubo renuncias de la jefa de gabinete del ex ministro, Andrea Palma; su coordinadora de Comunicaciones, Sandra Novoa; y del asesor directo de la ex autoridad, Julio Valladares. En su reemplazo, Valdés reclutó al jefe de gabinete del subsecretario Alejandro Micco, Ricardo Batarce; y a la jefa de Comunicaciones del ministro Luis Felipe Céspedes, Marcela Gómez. El cupo de Valladares se suprimió.
Con el paso de las semanas, los asesores de Política Tributaria, Alberto Cuevas; Legislativa, Macarena Lobos; y de Modernización del Estado, Enrique Paris, fueron ratificados en sus cargos.
La dupla con Burgos
Una de las claves para echar a andar el plan Valdés de retomar las confianzas fue mejorar la coordinación al interior del comité político, instancia en la cual si bien el secretario de Estado mantiene un diálogo fluido con el vocero Marcelo Díaz y el hasta el domingo titular de la Segpres, Jorge Insunza, con el ministro del Interior, Jorge Burgos, es con quien el diálogo ha prosperado más.
"Rodrigo y Jorge hablan prácticamente a diario y no es extraño ya ver a Valdés yendo constantemente a La Moneda", recalcan en Palacio. Hoy, ambos debutan ante los empresarios en un seminario de Icare.
La dupla ha tomado el desafío de servir de puentes entre la presidenta Bachelet y el empresariado, buscando dar señales de que si bien el programa "se cumplirá a cabalidad, también se abrirá el espacio a diálogo" para no afectar más la confianza de empresas y consumidores.
Y parte de ello ya se observó hace un par de semanas cuando Valdés y Burgos lideraron una cena privada con las seis ramas de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) para abordar la situación macro, materias de orden público y el tema que más inquieta a los privados: la reforma a la Constitución.
Y es que la consigna que ha transmitido el ministro a sus cercanos es que el programa se cumplirá pero el discurso debe "reequilibrarse" para ajustarse a las demandas de todos los actores, tanto del mundo social, político y privado.
Por lo mismo, el secretario de Estado ha escogido "con pinzas" y con "mucho cuidado" las instancias para enviar los mensajes y ha tomado gran consideración de las "altas expectativas" que su llegada ha levantado en todos los sectores.
"Él se sabe que no es salvador de nada ni de nadie. Él tiene un rol de retomar el foco del crecimiento, pero sin frenar las reformas. Su compromiso con el programa es indudable. Pero le preocupa que haya una visión balanceada de sus prioridades", recalca un colaborador.
En sus 30 días en el ministerio, Valdés ha sostenido reuniones con la CPC y la CUT, ambas en una misma jornada; con los jefes de servicio del ministerio; con el comité asesor fiscal; con las bancadas del PS y del PPD; y con el presidente del Senado, Patricio Walker. Para las próximas semanas está afinando reuniones con las bancadas DC, PC y la oposición. Además, ha liderado alrededor de cuatro comités de ministros del área económica, se ha reunido con el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, y con los miembros del Consejo de Estabilidad Financiera (CEF).
¿Nueva Constitución?: "Chile no va a entrar en aventuras que echen por la borda lo que hemos construido"
R. Sapag/ C. Sánchez
A un mes de haber asumido el control de la billetera nacional, Rodrigo Valdés tiene claro que el desempeño económico no es el mejor y que la crisis de confianza, que de alguna manera se origina con las reformas, está agravando la situación. Pero este militante PPD insiste que estos cambios son los que Chile necesita, pese a que las encuestas digan otra cosa.
"Pensar que uno puede dejar las reformas en el congelador sería darle la espalda a lo que la ciudadanía le ha encargado a este gobierno", insiste en entrevista con revista Capital a publicarse mañana.
- Algunos dicen que la reforma tributaria es un mamarracho...
- Eso es una exageración. Sí es cierto que el sistema requiere trabajo para implementarse.
- ¿No se cierra a la posibilidad de cambiar la reforma?
- Quiero escuchar ideas, pero no quiero abrir la puerta a propuestas donde pasen gato por liebre, como las que al final terminan o bajando la carga tributaria o endosándosela a otros sectores.
- ¿Y la reforma laboral que está en discusión se puede modificar?
- Hemos avanzado mucho en buscar un justo equilibrio. Cuando los empresarios alegan, se olvidan de todo lo que hemos avanzado. Cuando asumí había una discusión abierta en varias dimensiones -como el piso del IPC y la negociación ramal- que se ha ido cerrando.
El ministro Valdés está consciente que hay que aplicarle "contornos" a las reformas para dejar fuera los fantasmas. Respecto a la nueva Constitución y los "cambios" a la propiedad privada, el ministro tiene claro que "Chile no va a entrar en aventuras que echen por la borda todo lo que hemos logrado construir en las últimas décadas".
Sin miedo al disenso
Los antecesores de Valdés se caracterizaron por ostentar un gran poder político. El perfil del ex presidente de BancoEstado es más bien técnico.
Con la Presidenta Bachelet habla casi todos los días y cuenta que su relación de trabajo ha sido "un proceso de conocerse más y establecer métodos de trabajo".
Sobre si tiene espacio para contradecir el programa de gobierno si ve una política poco prudente, Valdés afirma que "la responsabilidad de un ministro es tratar de empujar hacia lo que uno cree que es mejor y si eso pasa por tener discusiones dentro del comité político, bienvenidas sean".
Más que preocupado está "ocupado" por el estado de la economía. "El centro de atención debe moverse más hacia ampliar la base de crecimiento de la economía. Eso es trabajar sobre crecimiento potencial y no en esta capacidad de corto plazo que hemos usado fuertemente", dice.
- ¿Qué posibilidades hay de que el ministro de Hacienda saque una carta debajo de la manga para lograr sus objetivos?
- Tenemos que hacer las cosas bien con lo que hay sobre la mesa. Esperar conejos del sombrero es naif...
- ¿Cómo ve desde Hacienda las operaciones de venta de algunas AFP que significan menos recaudación de cientos de millones de dólares?
-La reforma tributaria incorporó una serie de normas para controlar situaciones de evasión y elusión, incluyendo una que impide que el goodwill pueda ser utilizado para rebajar impuestos. Esa norma se aplica hacia el futuro y no retroactivamente. El SII, y en último caso, los tribunales de justicia determinarán si corresponde aplicar las normas previas o las aprobadas en la reforma en cada caso.