El déficit de cuenta corriente que comenzó a acumular la economía chilena en los últimos años fue un factor de riesgo para el mercado y las clasificadoras de riesgo, que vieron con preocupación como la necesidad de financiamiento externo superaba el 3% del PIB hacia 2012. Esto, en vista de la fuerte expansión de la demanda interna y el bajo nivel del tipo de cambio en el período.
Sin embargo, el escenario en el último tiempo se ha revertido, en línea con la persistente desaceleración de la economía desde fines de 2013. De esta manera, la cuenta corriente lograría cerrar 2015 con un superávit por primera vez en cinco años, ante el fuerte ajuste de la inversión y la actividad en el país.
Según BBVA Research, uno de los principales factores que incidirán en el saldo positivo de la cuenta corriente será el fuerte shock de términos de intercambio -precios de exportación versus importación-, ante la caída de alrededor de 50% en el precio del petróleo en los últimos seis meses.
"Menos precio del petróleo sería el principal driver detrás de la mejora en la cuenta corriente en el período 2015-2016. Por su parte, el retroceso en el precio del cobre asoma como el principal elemento que presionaría a la baja el saldo externo. Sin embargo, sería compensado por mayores volúmenes de exportación y menores remesas al exterior por parte de la minería privada", consigna en un informe, donde espera un superávit de 1% del Producto.
De hecho, ya el año pasado se dio un fuerte ajuste en la cuenta corriente debido a la disminución en las importaciones por la desaceleración y la depreciación del tipo de cambio real. Según el último Informe de Política Monetaria (IPoM), el saldo negativo pasaría de 3,4% del PIB en 2013 a 1,6% en 2014.
El economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, estima que el superávit ascenderá a 0,5% del Producto este año. "En los últimos cinco años el déficit en cuenta corriente pasó de US$ 2.000 millones a US$ 10.000 millones. La desaceleración lo ha ajustado, ya que hubo un exceso de gasto en años anteriores que no era sostenible", señala.
El gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández, argumenta que si bien volverá a haber déficit este año (levemente bajo 2%), las condiciones externas y cambiarias ayudarán a amortiguarlo. "La baja en el déficit debiera mantenerse a pesar de la caída del cobre y netamente por la baja en el petróleo".
Brotes verdes
El economista de BCI Estudios, Antonio Moncado, anticipa que el déficit volverá a amortiguarse este año y ascenderá a solo 1,4% del PIB, añadiendo un nuevo factor que podría impulsar la actividad en el actual ejercicio. Esto, bajo un supuesto de un petróleo negociándose en U$ 60 por barril, un cobre en US$ 2,7 por libra y un avance de 1,3% en la inversión.
"Un menor precio del petróleo genera mejores condiciones para la inversión en ciertas industrias. El repunte de la inversión privada en la segunda parte del año será el principal gatillante de la disminución en el déficit de cuenta corriente", señala.
Similar opinión tiene Felipe Alarcón, de EuroAmerica, quien estima que el saldo de la cuenta corriente será equivalente a 0% del Producto este año.
"La caída del petróleo implica mejores términos de intercambio. Si a eso le sumas la brutal caída de las importaciones, eso atenuará bastante el déficit. Esto aumentará las exportaciones netas más que el año pasado, por lo que el grueso del crecimiento será liderado por el sector externo este año", dice el analista.
Balanza con saldo positivo
La balanza comercial registró un superávit de US$ 314 millones en la primera semana de febrero, informó ayer el Banco Central.
En el período, las exportaciones totalizaron US$ 1.424 millones, destacando el desempeño de los envíos del sector minero, particularmente cobre, los cuales totalizaron US$ 726 millones en la primera parte del mes.
Los envíos agropecuarios, silvícolas y pesqueros ascendieron a US$ 136 milones en los primeros siete días del mes, mientras que los del rubro industrial totalizaron US$ 526 millones en el período.
Las importaciones, por otra parte, ascendieron a US$ 1.110 millones, ante mayores internaciones de bienes intermedios, que totalizaron US$ 615 millones.
Las internaciones de bienes de consumo, por otra parte, totalizaron US$ 344 millones, mientras que las de bienes de capital US$ 228 millones.
Las reservas internacionales del Banco Central, en tanto, ascendieron a US$ 40.041 millones al 7 de febrero.
