Por A. Chávez y M. Sánchez
“Calentando los motores”. Así están en el gobierno y en la Concertación. Es que la confección del proyecto de ley que establecerá el presupuesto 2012 ya partió, pues las distintas reparticiones públicas están elaborando sus peticiones, tras el marco general entregado por el Ministerio de Hacienda. Mientras que en la la oposición se alistan a conformar una comisión técnico-política para enfrentar esta discusión, que ya se anticipa más encendida que la del año pasado.
A diferencia de cuando eran gobierno, donde las presiones por aumentar el gasto público y, con ello, flexibilizar la meta fiscal, era una de las grandes disputas entre el Ejecutivo y sus parlamentarios; hoy su discurso es a la inversa. Piden ser cuidadosos con los equilibrios fiscales, al punto que para financiar gastos extras trabajan en una propuesta de reforma tributaria que permita obtener “ingresos permanentes” para “gastos permanentes”, como sería allanar los US$ 4.000 millones para educación y así no afectar la meta de balance estructural.
Más aún, algunos parlamentarios como el senador Camilo Escalona (PS) y el diputado Pablo Lorenzini (DC), han pedido que el gobierno anticipe su meta fiscal pasando desde el déficit del 1% planteado para el 2014 a un superávit o balance cero.
“Populismo” v/s regla
Y como la discusión presupuestaria va de la mano del ambiente político, los parlamentarios opositores no dudan en hablar de la gran, pero no nueva disyuntiva de este gobierno: lo político versus lo técnico.
El presidente del PS, Osvaldo Andrade y el senador Jorge Pizarro (DC) afirman que si bien se puede considerar como un “acierto” que La Moneda esté buscando en la integración de los parlamentarios UDI al gabinete mejorar la conducción política; esto implica abrir frentes de incertidumbre ante el sesgo populista que el gremialismo busca imprimirle al gobierno.
De hecho, recuerdan que el ministro de Economía, Pablo Longuiera, en su última intervención en el Consejo General de la UDI afirmaba que hay una relación directa entre el gasto público y el apoyo de las encuestas del gobierno.
“Con este sesgo hacia el populismo y con un partido como la UDI que tiene una fuerte bancada de senadores vemos que estaremos más expuestos a que el gobierno tenga la tentación de no respetar los equilibrios del gasto público, de la regla que es bien respetada desde que se creó en los gobiernos de la Concertación”, señala Andrade.
En la misma línea, Pizarro añade que “no cabe duda que el gobierno está frente a esta disyuntiva, pues ya la tiene más que presente en su gabinete con la irrupción de los coronoles UDI, que están implementando casi una agenda paralela al gobierno”.
Por tanto, dicen, aún está por verse si el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, contará con el respaldo del presidente Piñera, en materia fiscal. Es decir, está por verse si el mandatario optará por “el populismo o lo técnico”, señalan fuentes de la oposición.
Con este escenario a la vista, los asesores de la Concertación preparan ya el debate y han comenzado a mirar con inquietud la política fiscal implementada por el gobierno para este año, así como la que se quiere llevar a cabo en 2012, puesto que “se mantiene un déficit fiscal, pese a la situación de superávit estructural”.
Recuerdan que a mayo, los ingresos fiscales crecieron un 19,5% en comparación con 2010, producto de la mayor tributación de las empresas, el buen precio del cobre y la mayor recaudación por tributación específica de la minería, sin embargo, el gasto fue de -3,2% en relación al período enero-mayo del año pasado.
Para ellos, esta subejecución presupuestaria anticipa que nuevamente el Ejecutivo optará por la fórmula del año pasado de una “explosión del gasto social en la última parte del año”, que en diciembre pasado llegó a 29,9%, cuestión que podría repertirse en 2012, “justo en momentos de la elecciones municipales”.
En esta línea, el jefe de los diputados DC, Aldo Cornejo, reconoce que en la Concertación “queremos volver al camino de la responsabilidad fiscal y no vemos ninguna razón para que el déficit no se pueda reducir el próximo año y no esperar hasta 2014”. Por tanto, el gasto público debe acotarse a la regla, señala.
Y si se trata de responsabilidad fiscal, indican los distintos respresentantes del bloque opositor, se empeñarán en avanzar en un nuevo Pacto Fiscal que permita revisar la estructura tributaria, tal como lo plantearon la semana pasada los dirigentes de la coalición y así evitar una explosión del gasto público.
“Todo será mayor gasto, pero el gran tema pendiente y donde hay un gran signo de interrogación, es el tema de lo que va a significar la reforma educacional que va requerir mayores recursos que tienen que hacerse por la vía tributaria, porque hay que crear recursos permanentes para un gasto que va a ser también permanente”, dice el senador Andrés Zaldívar.
Es más, agrega, “la regla fiscal se puede mantener en la misma medida que tengamos mayores ingresos, si no hay mayores ingresos y giramos contra el déficit presupuestario, por supuesto, que la regla fiscal no se cumplirá. Hay que tener conciencia que el país tiene que hacer un mayor sacrificio y creo que incluso los sectores empresariales están conscientes que este tema de la reforma tributaria va a llegar”. En esto coincide el diputado Andrade, quien afirma que “existe una buena disposición a una reforma tributaria por parte de los empresarios, porque para ellos es fundamental cuidar la regla fiscal”.
“Vacas gordas”
Distinta es la mirada del diputado independiente Miodrag Marinovic, quien de paso anuncia que discrepa de una eventual revisión de la carga tributaria pues, a su juicio, “el marco de crecimiento económico, donde aumenta la recaudación por sobre lo proyectado y los niveles de ejecución están claramente bajo lo que se debiera, hay recursos suficientes para enfrentar una reforma educacional”.
Para el diputados Jorge Burgos (DC) precisamente los buenos ingresos que hoy registra el Estado permiten tener “una buena oportunidad para salvar y respetar la tesis que en tiempos de vacas gordas se guarda para los tiempos vacas flacas”. Finalmente, añadió, “hay que cuidar la regla que impuso en Chile el ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, y tal como lo dije el año pasado en esta misma discusión presupuestaria y ahora lo mantengo, porque es el mismo escenario: las prisas pasan y las embarradas quedan”.