El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) entregó los resultados del tercer estudio de
precios de productos de supermercados realizado entre el 22 y 23 de octubre de
2008.
El estudio, analiza el comportamiento de precios de 90 productos (de los
grupos alimentos, artículos de aseo personal y artículos de aseo del hogar, en
relación a los hábitos de consumo de los chilenos) en 28 establecimientos de
las cinco zonas del Gran Santiago.
Según los resultados, en la zona Oriente (lista
de 57 productos) el supermercado Santa Isabel fue el más barato y Unimarc el más
caro.
En la zona Poniente (lista de
53 productos), también Santa Isabel fue el más económico
y Unimarc el más caro. En el Sur (lista
de 60 productos), Jumbo y Santa Isabel fueron los más convenientes, en tanto
que el más caro fue Unimarc.
En la zona Norte (lista de 58
productos), el más barato fue Tottus, mientras que Unimarc resultó ser el más
caro. Finalmente, en el Centro (40 productos),
Tottus fue el más económico y Unimarc el más
caro.
Diferencias de precios
Las
diferencias de precio por una lista considerable de productos no resulta relevante
en la mayoría de las zonas, si bien una cadena resultó ser la más cara en todas.
La mayor diferencia se produce en la zona Poniente donde el ahorro puede
alcanzar un 4,3% por preferir el supermercado más conveniente, mientras que la
menor diferencia se produce en la zona Norte con un 2,7%.
Dado lo anterior, es relevante considerar que las mayores diferencias
detectadas a nivel de productos estuvieron en el grupo de verduras, por lo que
si el grueso de la compra se centra en dichos productos, sí vale la pena
cotizar, ya que las diferencias pueden alcanzar 100,3% como ocurrió con la
Lechuga Escarola (en las zonas Sur y Poniente) con un precio mínimo desde $ 299
en supermercados Montserrat y hasta un precio máximo de $ 599 en supermercados Líder.
Es decir, una diferencia de $300.
En este punto es importante recordar las conclusiones que ha entregado
el Ministerio de Agricultura en sus sondeos de hortalizas, en que las ferias
han resultado consistentemente más económicas que los supermercados.