POR CONSUELO MEJÍAS SMITH
Las expectativas son grandes ante el inminente el ingreso de la familia Said Handal a la propiedad de la distribuidora mayorista Rabié. No sólo esperan continuar su desarrollo, sino que además el interés sería duplicar las operaciones de la compañía en el mediano plazo.
Así, al menos, fue comunicado a los trabajadores de Rabié por parte de la administración, la cual estima que el due diligence culmine a fines de febrero o comienzos de marzo.
“Se supone que ellos vienen a ganador, a duplicar el funcionamiento de la empresa”, comentó el presidente del sindicato nacional de trabajadores de Rabié, Hernán Sepúlveda.
La situación de la empresa
“La empresa hace rato ha venido con problemas económicos, lo que se ha reflejado principalmente, en falta de mercadería”, contó Sepúlveda. Por ello, desde mediados del año pasado comenzaron las negociaciones con diferentes grupos interesados.
“Nosotros estábamos viendo una situación de quiebres de stock y falta de caja”, indicó. A su juicio, la baja del stock era “más o menos de 50%”. Detalló que “el dinero entraba entre el primero y el 15 (de cada mes) y ahí empezaba a llegar mercadería, sólo algunos productos y son 700 vendedores a través del país, por lo que la mercadería duraba la nada misma y ahí teníamos que esperar hasta el otro mes”. Lo que sí “la empresa hizo un esfuerzo y a los vendedores les estaba manteniendo un promedio (de ingresos), cumpliendo ciertos límites”, aclaró.
Las negociaciones actuales
“Desde que se está negociando Rabié no quería entregar más del 49%”, comentó Sepúlveda. Sin embargo, fuentes conocedoras de la negociación indican que las conversaciones estarían en torno a un 60% para la familia Said Handal y el porcentaje restante quedaría en manos de los dueños originales.
Por lo tanto, dicen, se esperan fuertes cambios en la administración, teniendo como punto de partida a un gerente general nuevo, elegido por los socios entrantes.
El rol de Virtus
En 2011 la consultora Virtus Partners firmó un contrato con la familia Rabié para iniciar una profunda reestructuración de la cadena distribuidora de productos, que entre otros objetivos, incluía la reformulación de su plan de negocios.
Sin embargo, en octubre pasado los Rabié nuevamente se hicieron cargo del negocio, tras la salida de Maurizio Fronza, el ejecutivo designado por la firma de los hermanos Larraguibel para encabezar la intervención.
Pero lejos de decaer la influencia de Virtus Partners, fuentes cercanas aseguran que fueron “los articuladores del cambio y por eso ha sido exitoso este proceso de incorporación de un socio”.
Mediante la asociación, que tiene un plazo de cinco años de vigencia, Virtus creó un plan de crecimiento para Rabié, el que se ha visto estancado por la falta de caja de la compañía, por lo que se planteó la necesidad de contar con un socio que inyecte capital y así poder lograr el objetivo de aumentar los puntos de venta, crecer en margen, desarrollar el mercado e implementar mejoras logísticas, cuentan.