La crisis de Grecia podría tener efectos no menores para la economía nacional, aunque dicho país no sea un actor relevante dentro del intercambio comercial activo de Chile.
De agravarse aún más la situación en el país heleno, provocaría una depreciación del euro frente al dólar, escenario que ya estamos viendo con más fuerza, lo que ha estimulado que los commodities, y especialmente el cobre, muestren una importante baja en su valor.
En este marco, el peso chileno se seguirá depreciando respecto al dólar, lo que podría provocar un aumento en la inflación, escenario muy nocivo para la economía local bajo el escenario actual de bajo crecimiento y las distintas coyunturas que se están viviendo. Una situación así dejaría muy poco margen de maniobra al Banco Central para poder realizar estímulos económicos en función de levantar el crecimiento del país y así volver a los números de una economía sana y en crecimiento sostenido.
Por otro lado, con una caída en el precio del cobre, los ingresos de Codelco se verán mermados, lo cual sumado a una menor recaudación por parte del royalty a la minería, apuntan a malas noticias para el gobierno de cara al presupuesto del año 2016, presupuesto que ya debe ser reducido respecto al 2015 con el fin de no aumentar el déficit fiscal.
De producirse el escenario antes descrito, podríamos tener un nuevo apetito de los inversionistas por instrumentos ligados a la UF de corto plazo y una disminución en los partícipes de fondos de renta variable en general con el fin de resguardarse un poco más y esperar que pase este cúmulo de noticias negativas, tanto locales como internacionales, para la economía nacional.