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"Los escándalos de transparencia son una oportunidad"

Juan Pablo Larenas, director ejecutivo de Sistema B Internacional analiza los avances de las Empresas B a nivel regional y aborda los desafíos que consideran la expansión en Latam y fortalecer una comunidad entre las organizaciones certificadas.

Por: Noticias | Publicado: Lunes 3 de octubre de 2016 a las 11:00 hrs.
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Un crecimiento exponencial ha tenido en los últimos años Sistema B, ONG que busca promover la transición hacia economías sustentables en
Latinoamérica, llegando a 10 países, como Argentina, Brasil, Chile, México y Colombia.
Juan Pablo Larenas, director ejecutivo de Sistema B Internacional, analiza positivamente el creciente interés de evaluarse y certificarse como Empresa B, organizaciones que asumen su impacto y tienen un compromiso de mejora continua. Esta certificación se otorga por dos años renovables y a la fecha, suman 255 en la región.

-¿Cómo ha evolucionado el interés en Latinoamérica por la certificación B?
-En América Latina ya son más de seis mil las empresas que están usando la Evaluación B y probablemente muchas no quieren certificarse. Lo que buscamos es que cada vez sean más las organizaciones interesadas en evaluarse o certificarse. Por ello trabajamos varias iniciativas, un ejemplo es Bancolombia, que aspirando a ser una Empresa B realizó el programa "Mide lo que importa", invitando a 200 proveedores a evaluarse, de ellos, 40 están en proceso de certificación.

-¿Cuántas firmas optan por la re certificación?
-Hoy, en Chile y en la región, el 91% de las empresas se re certifica. Y el 9% que no, es porque le fue mal y tuvo que cerrar, o no se sienten identificados con el movimiento.

-¿Cómo se posiciona Chile en comparación con la región?
-Chile es todavía el país que tiene más Empresas B en América Latina y el cuarto en el mundo, después de EEUU, Canadá e Inglaterra. Pero es cuestión de tiempo, el interés en Brasil y Colombia aumenta, y claramente sus economías son mayores. No obstante, B Lab, encargada de la certificación, no tiene la capacidad de certificar a todas las empresas que están en proceso. Estamos creciendo orgánicamente y lo que más nos interesa es que sean miles las empresas que quieran mejorar de manera constante y no necesariamente que todas se certifiquen.

-¿Qué nivel de conocimiento hay sobre qué es una Empresa B?
-Eso ha ido mejorando y cada vez hay más conocimiento, pero todavía no llegamos a la ciudadanía. El mundo del emprendimiento y el empresariado ya nos conoce y recién estamos entrando al mundo público.

-¿Qué iniciativas pueden aportar a tener más información del tema?
-Los diputados Felipe Kast y Maya Fernández están promoviendo un proyecto de ley, que estamos trabajando junto al Ministerio de Economía, que no busca ningún beneficio tributario, sino generar un nuevo marco legal para que haya mayor certeza para operar. Además, estamos impulsando Academia B, con las universidades Católica, del Desarrollo, Adolfo Ibáñez y de la Frontera, para crear una red de académicos de toda la región.

-¿En qué consiste esta iniciativa?
-Levantamos financiamiento para que la academia realice investigaciones que midan el impacto de las Empresas B, que demuestren cómo son agentes de cambio a nivel de inclusión, pobreza, cambio climático, entre otros. Y también, que se diseñen y desarrollen programas de formación, iniciando por las escuelas de derecho y de negocios, para generar mayor conocimiento y que emprender o trabajar en una Empresa B sea una opción para las nuevas generaciones.

-Los casos de corrupción y de colusión a nivel regional ¿han generado un mayor interés por usar la evaluación o certificarse?
-La crisis de credibilidad que vivimos en la política y las empresas es por la falta de transparencia y nuestra invitación es a que la Empresa B sea transparente y a traer de vuelta el concepto de que ésta pueda ser un agente de cambio. Los escándalos de transparencia han sido una tremenda oportunidad para Sistema B, porque hay muchas empresas, que sin ser parte de ellos, se han puesto alerta y han visto la oportunidad de cambiar la forma de hacer negocios y ser más transparentes.

-¿Cuáles son los desafíos para Sistema B?
-Lo primero es dar más fuerza al movimiento y que sea conocido por la gente para que lo vean como una opción. Buscamos fortalecer la comunidad de Empresas B, para que entre ellas se apoyen y se generen más alianzas comerciales y que modifiquen la dinámica de las industrias, como es el caso de Cumplo y Broota que han cambiado los estándares en el sector financiero. Y, ya que en el último año hemos tenido un crecimiento exponencial, en tres años queremos llegar a toda América Latina.

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