Por César Iribarren A.
El terremoto del 27 de febrero de 2010 dejó como saldo cuantiosas pérdidas en el sector construcción, especialmente por los daños, parciales o totales de edificios, debido, entre otras causas, a los suelos poco idóneos donde estaban emplazadas las edificaciones.
Esto llevó a la Red Sísmica Nacional a instalar dispositivos para medir aceleraciones del suelo durante un sismo, para luego desarrollar investigaciones orientadas a modificar normativas relacionadas con la seguridad en las construcciones.
Se trata de los acelerógrafos, equipos tecnológicos de última generación, similares a un computador, los cuales, durante un movimiento telúrico de por lo menos 4,5 grados en la escala de Richter recogen la información necesaria para medir las características del suelo en una determinada zona. Una vez concluido ese proceso, se adoptan las medidas necesarias respecto de las normativas para la construcción y los resguardos necesarios en materia de seguridad.
Eduardo Contreras, asesor del Ministerio de Vivienda (Minvu) en el proceso de aplicación de la Red Sísmica Nacional, explica que a lo largo del país se distribuirán 297 acelerógrafos, equipamiento que demandó una inversión pública de $ 9.000 millones.
“Lo novedoso es que es la primera red de acelerógrafos estatal y es lo más moderno que existe para la medición sismográfica”, agrega.
La instalación de los acelerógrafos se concentrará principalmente en el norte de Chile, “porque en la zona centro sur (durante el 27-F) se liberó una mayor cantidad de energía, mientras que en el norte no”, aclara Contreras.
En esa línea, Ragnar Branth, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Minvu, resalta que “lo innovador está en que los equipos permitirán contar con una red de monitoreo que nos posiciona entre los países con las redes más extensas y densificadas a nivel mundial, además de contar con información eficiente y precisa de los registros generados ante un sismo”.
La visión de la CChC
Desde la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) también hay una mirada positiva. Según Manuel Brunet, coordinador técnico de la Gerencia de Estudios, la información que proporcionen los acelerógrafos ayudará a adoptar medidas orientadas a mejorar los sistemas estructurales de los edificios para que tengan un mejor comportamiento ante un sismo.