Tesla Motors, el fabricante de automóviles eléctricos de lujo, anunció que sus envíos se dispararon 70% en el tercer trimestre a 24.500 unidades, gracias a mejoras en su proceso de producción, acuerdos de arriendos más baratos y reportes sobre descuentos en algunos de sus modelos.
Las entregas son una medición clave para la compañía, que no ha logrado cumplir sus metas en los dos anteriores trimestres.
El trimestre representaba la última oportunidad que tiene Tesla de demostrar que puede ser rentable antes de iniciar una ronda de aumentos de capital para financiar la producción de su nuevo Modelo 3.
A fines de agosto, el fundador de la automotriz, Elon Musk, envió un correo a sus empleados llamándolos a “fabricar y despachar todos los autos posibles”. La firma ha estado tomando agresivas medidas para mantener firmes las ventas de sus modelos S y X mientras espera por su versión más pequeña y barata, el Modelo 3, que no entrará en pleno régimen de producción hasta la segunda parte de 2017.
Necesidades de capital
Tesla está aumentando el ritmo de la operación en su fábrica de Fremont, California, con la vista puesta en llegar a producir hasta 500 mil automóviles al año para 2018, un objetivo que también va a depender de que su denominada “gigafábrica” de baterías que está desarrollando en Reno, Nevada, comience pronto a producir en la escala que se requiere. Ambas iniciativas contemplan la necesidad de mayor financiamiento en el cuarto trimestre, dijo Musk.
El director de Finanzas de la automotriz, Jason Wheeler, había señalado en agosto que si la compañía logra cumplir sus metas de producción para el segundo semestre de este año, existía una buena posibilidad de que comience a registrar ganancias.