Mitsubishi venía mintiendo sobre el rendimiento de sus autos desde hace 25 años

Mitsubishi reconoció ayer haber utilizado métodos de prueba de ahorro de combustible no compatibles con las normas japonesas desde 1991, once años más de lo que había admitido anteriormente.

El reconocimiento de la firma de que más modelos no cumplirían con los estándares nipones ha profundizado una crisis que ya cobró la mitad de su valor de mercado –cerca de US$ 3.900 millones–, y ha desencadenado temores de crecientes costos de compensación y multas.

La sexta automotriz más grande de Japón anunció la conformación de un panel de investigadores que analizará todo sobre la falsificación de las pruebas de ahorro de energía que estaban llevándose a cabo bajo estándares estadounidenses y no japoneses.

Según los nuevos detalles, la empresa ha empleado métodos de prueba inválidos desde hace quince años y además los empleados de la compañía sustituyeron datos de las versiones 4WD de algunos autos por cifras de otros configurados con tracción delantera, que los hace más ligeros y eficientes.

La revelación reavivó las preocupaciones sobre la viabilidad de Mitsubishi e hizo que las acciones se hundieran por quinto día consecutivo. Ayer, cerraron con una pérdida cercana al 10% para ubicarse en 434 yenes por acción.

Según Tetsuro Aikawa, presidente de la automoriz, no han decidido cómo compensarán a los clientes y hasta el momento se desconocen cuántos modelos están realmente afectados y los motivos de los empleados para modificar los vehículos.