Chile sobresale en índice de resistencia ante amenaza de ola de liquidez global

Renato García Jiménez



Chile se mantiene como el país que cuenta con el mejor sistema financiero de Latinoamérica, según el Índice de Desarrollo Financiero 2010 publicado ayer por World Economic Forum. Nuestro país subió un puesto en el ranking y se ubicó en el lugar número 30 a nivel global, seguido por sobre Brasil, que trepó dos peldaños al lugar 32, y bastante más abajo se ubicó México, en el puesto 43.

Chile se destacó además como la economía que cuenta con la deuda pública más manejable a nivel mundial, obteniendo la puntuación más alta en este índice entre las 57 economías consideradas en el reporte.

Pero más allá de la solidez de su sistema financiero, el reporte destaca que Chile es uno de los países de la región que está en mejores condiciones para defenderse ante una oleada de flujos de capital, que amenaza actualmente a las economías emergentes. En la última versión del informe Weforum incluyó un índice de fortaleza defensiva donde Chile obtuvo 1,8 puntos, el segundo más alto de la región, por detrás de Brasil.

Otros vecinos, como Perú, Colombia, México y Argentina, serían más vulnerable a los nocivos efectos de una excesiva liquidez.




Origen de la amenaza


La debilidad de la recuperación global ha llevado a las grandes economías a rebajar las tasas de interés a mínimos récord y a inyectar miles de millones de dólares a los mercados para incentivar el consumo y la inversión. Esta política está generando temores en el mundo emergente por la formación de burbujas especulativas, estallidos inflacionarios y desequilibrios cambiarios. A eso se suma el impacto que provocan los abruptos cambios en la entrada de flujos de capital, como lo demostró la crisis asiática a fines de los ’90.

La principal defensa con que cuenta Chile en este sentido es una mayor base de inversionistas locales, ítem donde obtuvo un puntaje de 3,24 unidades. Este punto incluye los depósitos del sistema financiero frente al PIB, los depósitos de la banca frente al PIB, la sofisticación de los mercados financieros y la disponibilidad de capital de riesgo.




Desarrollo desigual


Uno de los principales hallazgos del reporte es que el desarrollo financiero de las economías emergentes no ha avanzado al mismo paso que su auge de crecimiento y esto podría representar un problema en el mediano plazo a medida que los mecanismos para financiar esa expansión se hagan más complejos.

Entre 2010 y 2014 las economías emergentes aportarán US$ 7,7 billones (millones de millones) al crecimiento del PIB a nivel global en términos absolutos, por sobre los 
US$ 6,5 billones que inyectarán las economías industrializadas. Sin embargo, el puntaje promedio de las economías emergentes en cuanto a desarrollo financiero es de sólo 3,16 puntos, frente a los 4,45 que promedian las grandes economías.

“Los bancos podrían verse crecientemente limitados para proporcionar la clase y cantidad de financiamiento necesario para los considerables requisitos de infraestructura”, alertó el reporte de Weforum.