Compromiso del G7 sobre estabilidad tuvo fría recepción
La declaración del domingo del Grupo de las 7 naciones más ricas, comprometiéndose...
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Por Alan Beattie en Washington y Joe Leahy en São Paulo
La declaración del domingo del Grupo de las 7 naciones más ricas, comprometiéndose a “tomar todas las medidas necesarias” para apoyar la estabilidad financiera, fue en gran parte desestimada por los actores del mercado y los economistas, que dijeron que era un intento suave de reconfortar con poco contenido de políticas.
La declaración, que repitió conocidos compromisos generales de salvaguardar la estabilidad financiera y cooperar de manera apropiada en los mercados cambiarios, no es un sustituto para la acción de autoridades europeas para restringir el contagio financiero y de EEUU para controlar sus finanzas, dijeron. El episodio también subrayó los límites del G20 como foro para la administración económica internacional.
“El G7 no puede hacer mucho más que mover una varita mágica y esperar lo mejor”, dijo el economista jefe de HSBC en Londres, Stephen King. “En cuanto a las instituciones de coordinación política internacional, ¿qué pasó con el G20?”.
Ministros de hacienda y gobernadores de bancos centrales de la más amplia agrupación del G20, que incluye países de mercados emergentes sistemáticamente significativos, enviaron una declaración aún más corta y desabrida varias horas después del G7. “En una situación como esta, si uno realmente va a abordar los problemas de frente, se necesita que China participe”, dijo el experto en política económica internacional del Carnegie Institute en Washington, Uri Dadush. “Lo que están haciendo de momento sólo es un paliativo”.
Dadush dijo que la decisión de excluir a China de las discusiones más que nada reflejaba un hábito establecido y el deseo de actuar con rapidez. China criticó duramente a EEUU durante el fin de semana después de la rebaja soberana de EEUU que hizo Standard & Poor’s el viernes, debilitando la apariencia de solidaridad internacional con las crisis de deuda en EEUU y la eurozona. “La fuerte declaración de China indicó que ahí hay una tensión clara”, dijo Dadush.
El episodio continuó con un patrón de años recientes de intervención, durante crisis financieras serias y rápidas, restringida a un grupo relativamente pequeño de países ricos. Fue el G7 más que el G20 el que condujo una intervención conjunta este año para debilitar el yen japonés. Un G7 ligeramente ampliado, incluyendo a los bancos centrales de Suiza y Suecia, orquestó un recorte coordinado en las tasas de interés en octubre de 2008 cuando los mercados financieros se congelaron tras el colapso del banco de inversión Lehman Brothers.
Jonathan Loynes, economista jefe para Europa en la consultora Capital Economics, dijo que los mercados financieros en general hacen caso omiso de anuncios como el del G7 el domingo y se concentran en cambio en las acciones de bancos centrales y gobiernos individuales. “La eurozona está teniendo suficientes dificultades para coordinar políticas entre sus propios miembros, así que no creo que el G7 pueda hacer mucho por ayudar”, dijo. “Los mercados pueden diferenciar entre un cambio político y una declaración general”.
La declaración del G7 y los movimientos de ayer en los mercados financieros parecieron centrarse más en los problemas de la eurozona y en la sensación de debilidad en la economía global que en la rebaja de EEUU.