Sorpresiva elección en Banco Mundial complacería a aliados de EEUU
El nominado de EEUU para liderar el Banco Mundial de cualquier modo iba siempre a necesitar una gran habilidad...
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Por R. Harding y A. Jack
El nominado de EEUU para liderar el Banco Mundial de cualquier modo iba siempre a necesitar una gran habilidad como administrador y experiencia internacional. Pero esta vez ese personaje también requerirá la estatura, inteligencia y compromiso con el mundo en desarrollo que fuera capaz de contrarrestar el mal sabor de boca dejado por el monopolio de EEUU sobre el cargo.
La sorpresiva elección de Jim Yong Kim, un experto en salud y presidente del Dartmouth College, parece lograr eso, casi. El doctor Kim carece de la diplomacia de alto nivel y la experiencia financiera de su rival Ngozi Okonjo-Iweala, la ministra de Finanzas de Nigeria. Tampoco tiene el impresionante background económico de José Antonio Ocampo, el ex ministro de Hacienda de Colombia.
Eso significa que podrían haber baches en el camino de Kim hacia la presidencia del Banco Mundial. Pero sus muchos años de trabajo en la salud pública en el mundo en desarrollo, su reputación académica como médico y su nacimiento en Corea del Sur, deberían significar que todos los aliados de EEUU se sentirán cómodos apoyándolo.
Lo que podría haberse perdido con la elección de Kim, sin embargo, es la oportunidad para que EEUU trasara un futuro para el banco en un mundo donde muchos de los antiguos clientes han comenzado a crecer rápidamente y a graduarse de la necesidad de su apoyo. “Jim Yong Kim podría resultar ser una elección afortunada”, dice Arvind Subramanian, senior fellow del Peterson Institute for International Economics, en Washington. Pero la experiencia de Kim sigue siendo relativamente estrecha.
“Un background en salud lleva al banco en cierto sentido de regreso a enfocarse en los países pobres y a intervenciones en países específicos”, dijo Subramanian, que argumenta que el papel del banco debe evolucionar para hacer frente a los problemas globales como el cambio climático, la escasez de agua y la baja productividad agrícola.
El presidente también tendrá que entendérselas con los nuevos financistas, como China, que algunas veces compite con el Banco Mundial en prestar dinero a países en desarrollo con menos condiciones asociadas.
Uri Dadush, asociado senior del Carnegie Endowment for International Peace, está lleno de elogios para el compromiso de Kim con el desarrollo, pero tiene dudas sobre cómo manejará el aspecto económico del trabajo. “¿Va a convertir al banco en un servicio de salud y educación?” se preguntó Dadush. “No se puede conseguir el desarrollo sólo con salud y educación”.
En 2002, Kim editó un libro, “Dying for Growth” (Muriendo por Crecer), que criticaba la inequidad en la salud provocada por los distintos patrones de crecimiento económico. Paul Farmer, su amigo y co-ffundador de Partners in Health, una organización de caridad en Boston, djo que el entorno de Kim en medicina y antropología significa que “entiende la raíces sociales de las enfermedades”.
Alabó las habilidades de gestión de Kim y su trabajo en el tratamiento de la tuberculosis en Perú. “Es probablemente la enfermedad más compleja y él estableción un programa robusto. Si Jim es un experto en algo, es en pensar mucho en el cumplimiento”.
Nils Daulaire, director de la Oficina de Asuntos de Salud Global en el Departamento de Salud y ervicios Humanos de EEUU, dijo que Kim tuvo la oportunidad de liderar USAid pero la rechazó en favor de presidir Dartmouth. “El es muy hábil desde el punto de vista político y tiene experiencia en manejar una universidad, que en algunos aspectos es similar al banco: una serie de campos que se manejan en forma separada y que requieren un conductor de orquesta”.
Un reconocido experto en salud sorprendido por su nominación dijo: “Él no socializa y rara vez viaja fuera de Ginebra. No era muy activo en los países en desarrollo. Su experiencia en VIH es un activo político muy poderoso pero es un mundo muy, pero muy duro allá en el Banco Mundial. Es importante tener a una persona fuerte que conozca el sistema de la banca”.
Colegas en Dartmouth College dicen que no están sorprendidos por la elección de Kim para un alto cargo internacional y destacan su compromiso para ligar la educación otorgada por las universidades con el servicio público.
Anne Winter, cnsultora que trabajó con Kim en la Organización Mundial de la Salud dijo: “es extremadamente carismático y muy querido por sus colegas. Al ser un gran pensador, transformaba las reuniones”.