Aumenta la expectación, y la tensión, de cara a la reunión del consejo de administración de Peugeot prevista para el próximo día 22. Será entonces cuando la compañía francesa podría anunciar aumento de capital. Un día después, el 23, publicará sus resultados del tercer trimestre.
De momento la empresa reconoce que está barajando distintas alternativas para reforzar su balance. Varias informaciones cifran esta posible inyección de capital en unos 3.000 millones de euros, una cuantía muy importante respecto a su capitalización bursátil, apenas 4.000 millones de euros.
De ahí el golpe que recibe la automotriz en la Bolsa de París. Sus títulos registran caídas superiores incluso al 10%, con mínimos intradía por debajo de los 11 euros por acción, en una jornada en la que el resto del sector cotiza sin grandes cambios en Europa. A la ampliación podría acudir el propio Gobierno francés, y sobre todo, Dongfeng Motor Corp.
La empresa china, a cambio de su inyección de capital, podría adquirir una participación de control en la compañía francesa. Desde hace meses, Peugeot está en conversaciones con Dongfeng sobre una posible expansión de su alianza fuera de China.
La semana pasada la prensa asiática aireaba una presunta oferta de Dongfeng Motor para hacerse hasta con un 30% del capital de Peugeot. La debilidad de la demanda de automóviles en Europa, su principal mercado, está pasando factura a las cuentas del grupo francés.