Aunque la reforma constitucional que establece la elección directa de intendentes se debió votar el miércoles pasado, finalmente el trámite se postergó para hoy, oportunidad en que existe optimismo respecto de que debería ser aprobada por la Sala. Lo que está generando dudas es si la Ley Orgánica, que aún no ingresa al Congreso, permitirá que el próximo año el gobernador regional sea electo por la ciudadanía y no designado por el gobierno central.
Uno de los parlamentarios que defiende la elección directa de alcaldes como una necesidad del proceso de descentralización es el timonel de RN, diputado Cristián Monckeberg. A su juicio, la reforma constitucional sorteará la elección de hoy.
Sin embargo, precisó que su “tema es si el gobierno está en condiciones de impulsar una ley que lleve la elección a diciembre del próximo. Ahí lo veo más complejo, no sé si habrá la voluntad política de hacerlo”.
Su preocupación es que percibe que después de las elecciones municipales hay más dudas que certezas sobre seguir avanzando en esta materia, aunque reconoce que “en un minuto había la voluntad política”, pero “ahora no lo tengo tan claro”. Por otro lado, aclaró que la posibilidad de cambiar su actual diputación por una intendencia, es una más de varias posibilidades, entre las que también se encuentra una candidatura al Senado.
Mientras que desde la Nueva Mayoría, todas las señales que han dado las bancadas oficialistas en la Cámara es que existe disposición a aprobar la reforma constitucional, incluso la del PPD que fue la más rebelde en el Senado. Al respecto su jefe de bancada, Ramón Farías, señaló que “en principio estamos de acuerdo en aprobar, pero siempre que estemos todos juntos. No queremos aventuras de alguna bancada, sino que estemos todos en la misma parada y, aparentemente, parece que lo lograremos”, salvo que el gobierno tomara una decisión en contrario, aclaró.
Demás está recordar que la bancada DC es una de las más fervientes promotoras de la iniciativa y la ha respaldado en todas las instancias. De hecho, hasta antes de las elecciones municipales sacaban las cuentas de que el falangismo podría ser el más favorecido con la elección directa de intendentes.
Por su parte, la UDI no está en disposición de aprobar la reforma constitucional, al igual que no lo hizo en el Senado, por estimar que, tal como lo señaló el subjefe de bancada, Ernesto Silva, “el proyecto es malo”.
El dilema de las competencias
En todo caso, para que la reforma pudiera sortear en el Senado el rechazo de una parte significativa de su propio sector, el gobierno se comprometió a enviar al Congreso a la brevedad -cosa que aún no ha ocurrido- la Ley Orgánica que fijará la fecha para las elecciones, de modo que aunque se apruebe la reforma, ésta podría resultar inválida mientras no se apruebe la otra parte.
El compromiso asumido también permitiría que se consiguiera un acuerdo entre el gobierno, la oposición y los sectores oficialistas reacios a aprobar la reforma debido a la polémica de las competencias que deberá tener el gobernador regional electo. Este proyecto recién salió de la Comisión de Gobierno de la Cámara Alta; no obstante, pasó a Sala con un informe negativo al que se llegó por unanimidad y que recomienda a los senadores rechazar la iniciativa de modo que una Comisión Mixta se encargue de mejorar el texto con el fin de que los gobernadores regionales tengan las competencias necesarias para cumplir su función.