Con un discurso de casi 40 minutos repleto de guiños y alusiones históricas a expresidentes desde Pedro Aguirre Cerda en adelante, bajo el nuevo eslogan "Juntos por un Chile mejor", saludó y le dio la bienvenida a la Democracia Cristiana como "camaradas", lo que desató una ovación de parte de los asistentes que repletaron el Teatro Coliseo en el centro de la capital.
Cómo un guiño a Carolina Goic y la DC anunció que promoverá la gratuidad universal en la enseñanza técnico profesional; además de integrar la ley del cáncer.
El guiño al Frente Amplio fue en materia previsional, donde pese a no inclinarse por no más AFP, sí se comprometió a terminar con el monopolio de esas empresas y, además, anunció que "vamos a poner fin al CAE" y "vamos a eliminar de inmediato la deuda del 40% más pobre de los deudores" que no están en condiciones de pagar.
El candidato habló ante el gabinete en pleno, liderado por la jefa de gabinete de la ptesidenta Michelle Bachelet, Ana lya Uriarte, que seguía el discurso desde la primera fila.
Guillier criticó duramente al candidato de la derecha Sebastián Piñera, señalando que "la derecha comienza a entender que con su discurso retrógrado no tiene opción (...). Nosotros no hacemos ofertones para sacar votos, la derecha sí" e instó al progresismo a no dejarse engañar ni dividir por la oposición.
Y se comprometió a hacer "un gobierno decente", otro giño para Goic, junto con asegurar que su gobierno "será intachable".
Insistió que el progresismo unido es más y pidió a los allí presentes "que me ayuden en esta tarea (...) les pido a todos que nos pongamos a la altura de la historia, no hay tiempo para tibiezas, dudas ni juegos. Aquí hay que hacer política grande, todos juntos por un Chile democrático, justo, participativo, juntos por un Chile decente, que nos dé a todos las mismas opciones de vida".
Y advirtió que "un solo voto puede marcar la diferencia, pocas veces en la historia republicana de Chile ha habido tanto en juego como ahora", por lo que instó a todos, especialmente, a los jóvenes a no equivocarse "en esta hora decisiva".
"Chile hoy nos necesita y yo también los necesito", concluyó Guillier en uno de sus discursos más apasionados y colmado de guiños hacia el progresismo.