Desde hace 24 años la comuna de las Condes se mantiene como uno de los bastiones tradicionales de la derecha y se daba por seguro que se mantendría así. Por eso, el triunfo de Joaquín Lavín, no fue una sorpresa. El ex candidato presidencial de la UDI regresó ayer por un tercer período a un reducto que marcó el lanzamiento de su carrera política y donde ya había ocupado el sillón edilicio entre 1992 y 1999.
En el mismo día en que celebraba su cumpleaños número 63, el ex ministro arrasó en la votación con 78,6% de los votos, superando por mucho al abogado socialista David Silva, que se ubicó en segundo lugar con apenas 12,8% de apoyo.
Lavín había llegado poco después de las diez de la mañana al Colegio San Francisco del Alba, donde votó en la mesa 249 junto a su nieta mayor Florencia, donde hizo un llamado a todos los chilenos a participar del proceso. “En esta oportunidad siento que el voto vale por dos, por eso es tan importante: uno, para elegir al mejor alcalde que puedan, y dos, para dar una señal de que el próximo año Chile tiene que cambiar de rumbo”, dijo.
En un reflejo de la tranquilidad que marcó su participación, Lavín se trasladó al colegio Verbo Divino, para visitar a una vocal de mesa y regalarle un chocolate.
Carrera segura
El proceso en Las Condes estuvo marcado por las polémicas previas. Lavín, que originalmente se había lanzado a competir con la candidata de la Nueva Mayoría, Carolina Tohá, por Santiago, se bajó de la contienda debido a que las encuestas no le daban opciones.
El alcalde saliente de Las Condes, Francisco de la Maza, decidió no ir a la reelección, dejando el camino libre a su compañero de partido. La decisión fue cuestionada como una jugada de Lavín por lo seguro.
Tras conocerse el resultado, Lavín llegó al municipio donde agradeció su apoyo a De la Maza.