Las interrogantes que tenía el Movimiento Autonomista (MA)eran varias. Primero, debía resolver si era importante o no participar en las elecciones municipales de Valparaíso. Luego, si lo hacían con candidato propio o respaldando otra opción. Y tercero, si teniendo candidatura propia serían parte de las primarias ciudadanas o llegarían directamente al 23 de octubre. Cuando todo eso se resolvió, el nombre de Jorge Sharp surgió de forma natural y consensuada al interior del colectivo. ¿Las razones? Este abogado de 31 años fue fundador de la Izquierda Autónoma, donde presidió el centro de estudiantes de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y, posteriormente, la federación de estudiantes de la misma casa de estudios.
Oriundo de Magallanes, en la universidad -y ya con una inquietud política desde la secundaria- destacó por “tener una energía inagotable”, “ser un líder nato”, “tener una excelente oratoria” y “una gran capacidad para convocar”, según comentan militantes del Movimiento Autonomista y de los colectivos de izquierda que lograron arrebatarle la dirección de la federación de la PUCV a la Democracia Cristiana, en 2009.
Sharp es “allendista”, “socialista” y “latinoamericanista”, etiquetas que desde el comando ven con desconfianza, no porque caractericen al nuevo alcalde de la ciudad puerto, sino “por el uso que algunos medios de derecha, como El Líbero -que entre sus dueños tiene a Gabriel Ruiz-Tagle y Hernán Büchi-, le han dado a su forma de pensar, caricaturizando, por ejemplo, que sea bolivariano”.
Y eso, aclaran, “es un valor y no un defecto”. Por ejemplo, subrayan, uno de los pilares de la candidatura de Sharp es tener gobiernos participativos, expresados también en “presupuestos participativos”, herramienta que surge a fines de la década del 80’ en Porto Alegre, Brasil, que permite a los ciudadanos incidir en cómo se destinan los recursos a nivel local.
Este instrumento, que se ha replicado en Bolivia, Ecuador, Venezuela y otros países de América Latina ha sido muy estudiado por Jorge Sharp, a través de la literatura o directamente en los viajes que ha realizado a algunos de esos países. “Él lee a intelectuales como Álvaro García Linera (vicepresidente de Bolivia) para analizar qué es replicable en Chile”, cuenta un militante del MA y amigo del abogado, que agrega que “entregar el poder a las organizaciones vecinales y comunitarias” será parte fundamental de la futura administración de Sharp, que comienza el 6 de diciembre.
A través de la participación, la nueva gestión buscará “redefinir las prioridades en la ciudad”, lo que incluye revisar el proyecto de ampliación del terminal portuario (T2) y la construcción de un mall en Barón, además de enfrentar “la pobreza dura de la ciudad, la carencia de escuelas y hospitales, y los problemas pendientes del incendio de 2014”.
Falta de experiencia
En el núcleo cercano de Jorge Sharp saben que la inexperiencia puede jugar un papel en la gestión, pero aseguran que ese factor está cubierto. “Él está rodeado de profesionales jóvenes del MA y de profesionales con más experiencia del Pacto Urbano la Matriz (que convocó a las elecciones ciudadanas), donde se conocen y elaboran soluciones para los problemas de la ciudad”, asegura un militante del movimiento.
Otro cree que el apoyo que han entregado decenas de académicos del puerto reforzará la tarea y, lo más importante y como dice Jorge: Hay que escuchar a los vecinos. Ellos la tienen clara”.